Minute, la pasión de Mónica Varela por el ámbar y el larimar

Mónica Varela es una joven artista con visión profunda en cuando a las formas se refiere. Es como si lograra una escultura en cada joya que diseña; bella, delicada y con el interés que solo despiertan las obras de arte.

De lo que ha trabajado en los últimos tiempos nace Minute, una colección elegante y clásica que promete trascender generaciones. Con ella pretende llevar el mensaje de que todas las personas que pasan por nuestra vida nos plantan una semilla y nos enseñan algo. Ella investigó y encontró trabajos de científicos y fotógrafos, entre los cuales llamó su atención las microscópicas de Rob Kesseler, cuyas semillas capturadas destacan por tener un tamaño de tan solo dos milímetros, por tanto, solo pueden ser apreciadas al agrandarlas al menos a seis pulgadas, para contemplar su color, texturas y fibras... “Así ocurre con el ser humano, simple y lleno de profundidad a la vez... precisamente ese es el significado de la esfera que uso en mis piezas, la huritá”.

No es lo único que involucra el concepto que encierra la colección. A todo esto se une el amor y la pasión que siente Mónica por el ámbar y el larimar de República Dominicana, algo que la acompaña desde pequeña. “Siempre quise irme a estudiar al extranjero y volver para traer los conocimientos que adquirí para elevar nuestras piedras y que las dominicanas se sientan orgullosas de llevar nuestros tesoros puestos”.

A modo técnico, puso mayor enfoque en la manera de montar las piedras, de modo que sean las protagonistas y queden exaltadas lo más que se pueda. La artista explica que trabajó para que se aprecie tanto en la parte frontal como en la trasera, sin ser cubierta por ningún lado, sin importar si se trata de un collar, un arete o cualquier otra pieza.

La esencia de lo natural en el trabajo de este talento local, y ella lo valida, “me inspira la naturaleza, de hecho, en mi primera colección, luego de mis estudios en Georgia, Estados Unidos, solo tuve que dejarme guiar por lo que había en mi interior, sabía lo que tenía que ir en ella: el rojo de la tierra, el azul del cielo y el mar, y el verde de los árboles, que son los colores que destacan en nuestro país”.

El recorrido de Minute empieza por el clásico collar que se distingue por tener un cabuchón en tamaño mediano y a su lado la insignia de la marca que es la esfera huritá con perforaciones; pero también incluye aretes, anillos, pulseras, gemelos y pines.

Entre tanto avanzaba la conversación, surgieron temas y las preguntas que siempre son una tentación cuestionar sobre si hay una pieza favorita; para nuestra sorpresa fue, en esencia, la misma respuesta que dio su padre, Fernando Varela, al presentar Close-Ups hace dos años: “Si le preguntaras a una madre o un padre sobre el favorito de sus hijos, nunca te lo podría contestar”, (don Fernando). “Todas son mis bebés y cuando adquieres una pieza, te llevas una parte de mí... es como preguntarle a un padre por su hijo favorito” (Mónica).

Las piezas están disponibles en la página web, vía Instagram en tiendas como Jenny Polanco, “la primera prenda que vendí fue a los 14 años en una boutique de esta marca”, y en diciembre la firma Mónica Varela abrirá su showroom, donde se podrán adquirir ésta y todas las colecciones de Mónica.

¿Cómo ha llevado la pandemia?

A modo personal, Mónica Varela confiesa que le encanta compartir, pero también disfruta de la soledad, “estar con mi papá y mi mamá, con quienes vivo, me permitió incursionar junto a ellos en este viaje interno”.

Entiende que fue una pausa que todos nos merecíamos para reconectar con la familia, con nuestro interior y con todo, por lo cual se siente muy agradecida, aunque preocupada, por lo que la crisis sanitaria provoca en sentido general.

En cuanto a lo creativo y laboral dice que, junto a su equipo, pudo crear una dinámica en la que cada quien desde su hogar cumplía una función específica que permitió que el trabajo de la firma se mantuviera fortalecido.