Una Navidad más ecoamigable

Redecorar el hogar, los regalos, los angelitos, cenas familiares y entre amigos, hacen de estos días una época de bellos momentos y lindos recuerdos. Empero, así como es una temporada llena de sorpresas y regalos, también es el período del año donde más contaminación se produce. Debemos estar conscientes del impacto por la gran producción de artículos (y no particularmente en la fábrica de Santa Claus), y es interesante saber que todo artículo que compramos tiene un ciclo de vida, y dentro del mismo un impacto, donde el resultado de la fabricación y transporte, es un gran consumo de recursos naturales, contaminación atmosférica, de los suelos y del agua.

Consumir menos

Regla número uno para disminuir el impacto al ambiente y a nuestra salud. Este es un consejo difícil para algunos, pero no es imposible. Se puede disfrutar plenamente buscando maneras de simplificar nuestra vida y nuestro hogar. A veces compramos demasiadas cosas que no necesitamos. Debemos cultivar el hábito de hacernos estas interrogantes: ¿realmente lo necesito para decorar? ¿Tengo algo en la casa que podría convertir o adaptar en lugar de comprar esto nuevo? Es un simple hábito que puede tardar tiempo en aplicarlo, pero no es nada complicado. Además, aparte de impactar menos el ambiente, nos ayuda a ahorrar dinero.

Remodelar y pintar

Se ha convertido en costumbre que las familias elijan esta época para retocar e implementar cambios a su hogar. Pero podemos enfocarnos que los cambios sean modificar lo que ya tenemos, no importa el estilo de diseño que nos apasione, hay distintas maneras de tener unas navidades ecoamigables.

En lugar de comprar nuevos muebles, cuestionemos si podemos pintarlos, darle alguna técnica, quitar alguna puerta, agregar algún tramo, cambiar tiradores, patas... Todo esto hará que el mueble tenga un diseño completamente diferente, y estaremos produciendo menos desechos y utilizando menos recursos naturales.

Si elegimos pintar nuestro hogar, seleccionemos pinturas menos impactantes para al ambiente y la salud, con líneas muy ¨verdes¨, con bajos o cero porcentajes de COV´s.

Árboles de navidad

Este es un tema de mucho dilema y controversia, pues los árboles artificiales se consideran una ¨alternativa verde”, ya que se pueden reutilizar varios años. Se ha comprobado que tener árboles naturales es mejor para el ambiente y la salud en nuestro hogar. Los artificiales están hechos de cloruro de polivinilo o PVC (considerado como una de las producciones más impactantes, pues emiten numerosos agentes carcinógenos como dioxinas y cloruro de vinilo), con ftalatos (DHEP) y algunos hasta plomo. Estos no se pueden reciclar, son muy contaminantes al ser desechados por sus componentes y no son biodegradables. Hagamos de este año un año de preferir árboles naturales. Son renovables, de rápido crecimiento. Mientras lo tengamos en nuestro hogar ayudarán al filtrar el aire y al mismo tiempo bañar de rico olor a pino.

¿Qué hacer con ellos cuando se acabe la temporada? Se puede cortar las ramas y enterrarlas en el jardín, servirá de abono. Si no tienen jardín se pueden desechar sin problema, pues son biodegradables. El tronco se puede llevar a cortar y crear encantadores portavasos o guardar estos pedazos para crear regalos para San Valentín.

Otra idea con los arbolitos de navidad, principalmente aquellas familias con niños, es crear su propio árbol. No olvidemos que estas fiestas son principalmente para los pequeños de la casa, así con pedazos de madera, o libros, perchas, reutilizando botellas, telas, cojines, o papel maché, entre otros; unas luces y algunos adornos, ¡listo! El árbol perfecto.

Adornos para el arbolito

Ya anteriormente comentamos que lo ideal es que reutilicemos los que ya tenemos, o que le demos un ¨remodelación¨ a los mismos, y así evitar volver a comprar. En caso necesiten comprar, siempre busquen que sus adornos sean de tela, madera, fibras naturales, o de cristal y eviten a la medida de lo posible los de plástico (la mayoría de PVC), o los de metal (plomo). Con esto estaremos contribuyendo a un hogar más saludable.

Luces navideñas

La iluminación es otro toque encantador de la época navideña. Las luces proporcionan una sensación de alegría y calidez al mismo tiempo.

¡Nos dan la idea que estamos de fiesta! No hay duda alguna que elegir luces navideñas led son la mejor opción. Su consumo energético es menor; al no calentarse no queman; su vida útil es más larga, por lo que nos ofrecen un ahorro económico. En todas las tiendas de nuestro país podemos encontrar de estas opciones y de todos los colores cálidos.

Velas

Las velas siempre dan un toque a los ambientes, y más en una cena navideña entre amigos y familiares. Este es un buen año para dejar atrás las velas convencionales.

Las que usualmente compramos son a base de parafina y fragancias artificiales, ambos derivados del petróleo. Al quemarlas se emiten sustancias al aire que pueden contener tolueno, benceno, u otros agentes tóxicos. Más impactantes aún si las encendemos en espacios cerrados. Este año compren o regalen velas en base a cera de abejas, de aceites vegetales, de aceite de cacao, o de aceite reciclado, y de fragancias naturales. Todas opciones igualmente agradables tanto en olor como presentación, de mayor duración que las convencionales y emiten menor humo, por lo que son menos impactantes al ambiente y a nuestra salud. En nuestro país hay varias tiendas donde podemos encontrar estas velas ecológicas, así que a leer etiquetas.

Si la razón de las velas es para llenar su hogar de un rico olor durante una cena o visita, vayan a una floristería, compren una rama de pino, o de eucalipto. Hiervan estas ramas minutos antes de que les llegue visita, coloquen en un recipiente y lo pueden poner en un rincón de la sala o comedor. La casa se quedará impregnada de una fragancia navideña ¨natural¨.

Podemos seguir disfrutando de una maravillosa Navidad, darle un toque fresco a nuestros hogares y oficinas; seguir disfrutando con nuestros amigos y familiares, simplemente sin dejar de tomar en cuenta el ambiente. Todo se basa en reducir consumo, reutilizar y modificar ciertas tradiciones... Integrar a los pequeños y dejar la creatividad volar.