Un paseo por la historia del cómic en RD

Los talentos dominicanos continúan definiendo su estilo en este arte

Leorian Ricardo habla sobre el ambiente de los cómics dominicanos. (Dania Acevedo)

En el resto del mundo la influencia de las historias que se han originado en los cómics se continúa sintiendo en distintos medios de comunicación y de entretenimiento, pero en República Dominicana la evolución de esta disciplina artística ha sido gradual, ya que los artistas y escritores aún luchan no tan solo por compartir sus creaciones con el público, sino también por continuar desarrollando y concretizando un estilo que establezca la identidad del cómic dominicano. Estos y otros temas relacionados a las historietas locales se trataron recientemente en “Desarrollo del cómic dominicano”, taller realizado en la Mediateca de la Alianza Francesa y que fue encabezado por Leorian Ricardo, director creativo de Moro Studio (@morostudio); Winser Espinal, fundador de Cultura Cómic RD (@culturacomic); y Kevin Cruz, vicepresidente de Cultura de Cómic RD.

“Cultura Cómic RD es un movimiento que se dedica a impulsar el cómic en República Dominicana con el apoyo de los estudios de cómics locales”, explica Winser Espinal. “Esta actividad se dedica a lo que es el cómic y más específicamente a contarnos su historia, sus retos y todas las paredes que ha tenido que saltar el cómic para llegar a donde está ahora mismo”.

Entre los puntos que se tocaron durante la tertulia está el hecho de, que a pesar de la falta de una fuerte tradición de crear cómics en el país, siempre han existido artistas, caricaturistas y otros talentos cuyas obras han sido expuestas en algún medio. Por ejemplo, alrededor de 1890, en la revista “El Lápiz” se publicó una recopilación de las caricaturas de artistas locales. Asimismo, otro medio en el que se ha podido compartir el trabajo de los caricaturistas dominicanos han sido las tiras cómicas publicadas por la prensa, como ha sido el caso de personalidades como Harold Priego, Christian Hernández y Jonás Muvdi, pero es muy difícil determinar cuál es, oficialmente, el primer cómic dominicano porque fuera de la publicación de material gráfico con fines didácticos y de sátira, como fueron los casos de Mercader, José: “Polo, la guerra de abril” por José Mercader a través de Ediciones Huellas (1984), y “El día en que Batman hizo un fuercecita más grande de la cuenta” por José Rafael Sosa y Cristian Hernández a través de Editora Socris (1989), la realidad es que hay muy poca documentación sobre la publicación de cómics en la República Dominicana en décadas pasadas.

“El movimiento del cómic, sorprendentemente, es más reciente de lo que creemos porque había personas que dibujaban cómics y muchos ilustradores talentosos, pero en sí no había un movimiento”, comenta Leorian Ricardo.

Durante la tertulia también se habló sobre la influencia de los cómics que llegaban al país durante la décadas de los 70 y 80, muchos de estos eran importados desde México y en la mayoría de los casos eran reproducciones traducidas de cómics de superhéroes norteamericanos, pero una de las mayores influencias de los creadores de cómics dominicanos vendría años después con la proliferación de programas animados japoneses en la televisión dominicana. Series como “Dragon Ball Z”, “Caballeros del Zodiaco”, “Sakura Card Captors” y hasta “Cobra” fueron una ventana a diferentes estilos artísticos y nuevas formas para contar historias que iban más allá del formato del “villano de la semana” que era utilizado en muchos programas animados norteamericanos. De todas formas no es hasta la década del 2000 que el movimiento de los cómics dominicanos empieza a cobrar forma con el surgimiento de nuevos artistas dedicados a la creación de historietas dominicanas como “Baka” de Darwin Núñez (Alpha Eve); “El Gato” de Herlynn Sánchez (Drawmic); “Bomber” de Enmanuel Evertz (Papaya Studios); “Duarte como nunca antes visto” de Jorge E. Pérez; y Leorian Ricardo (Moro Studio); “Ángel de rapiña” de Aj Marti y “El Verdugazo” de Jorge E. Pérez (Moro Studio).

“Ahora mismo no lo llamaríamos una industria, aunque ya tiene más de 15 años aún faltan muchos escritores e ilustradores por salir y lanzar sus proyectos y falta bastante público”, agrega Kevin Cruz, “para eso está Cultura Cómic RD, para crear conciencia sobre la existencia de esos productos”.

Aunque hoy en día los artistas que se dedican a la creación de narrativa gráfica tienen más ventajas que generaciones anteriores, gracias a un acceso más directo a cómics, series y películas extranjeras, además de la ventaja de poder compartir sus obras en las redes sociales, el poder lograr un acercamiento entre estas creaciones y el público en general sigue siendo una tarea difícil.

“Yo diría que el cómic ahora mismo está en un ambiente tanto de crecimiento como descubrimiento”, confirma Ricardo, “porque talento siempre ha habido y ahora hay miles de muestras de eso. Ahora lo que tenemos que hacer es seguir creando para seguir buscando y desarrollando lo que sí sería un cómic dominicano”.

Escritor y periodista con más de 10 años de experiencia en las áreas del periodismo y escritura creativa.