Presume de buenos modales en el trabajo
Aunque aún haya personas que no se han dado cuenta, el ambiente laboral es un entorno social con sus propias normas de conducta e imagen. La etiqueta corporativa es la que permite a los miembros de una empresa crear relaciones exitosas de trabajo con los compañeros, colegas, socios y clientes, por medio de un comportamiento integral. Y precisamente sobre este tema disertó en Acrópolis Center Jacqueline Viteri, primera dominicana egresada de la escuela de protocolo de Washington (EEUU), en su charla “Los modales en entorno laboral cuentan”. Esto es lo que aprendimos.
1 Sé cortés. La cortesía facilita las relaciones interpersonales sin importar el ambiente.
A. Sonríe al saludar. El arma más poderosa que tiene una persona es su sonrisa, hasta en las soluciones de problemas hay brindar una sonrisa al llegar, a través de ella tendrás un porcentaje a tu favor. Fuera y dentro de tu vida laboral, sonríe.
B. Mira a los ojos. Cuando una persona hace contacto visual con otra deja saber que le importa la otra persona, si no la conocemos hay que retener su nombre al momento de la presentación; si nos dan una tarjeta personal o de negocios debemos detenernos a observarla antes de guardarla.
C. Contesta los correos electrónicos. Ningún profesional debe estar ajeno a sus herramientas de trabajo y eso implica contestar la mensajería de correo electrónico en un lapso de 24 horas. En caso de no tener respuesta a lo que se requiere, un “recibido, gracias” es suficiente.
2 Practica la prudencia. Que seamos corteses no significa que el semáforo esté verde en cuanto al contacto físico. En el entorno laboral no se saluda con besos y abrazos. Hay que evitar malentendidos. Si estás en un espacio social, sí. Lo correcto es saludar dando la mano, y aún con este gesto hay que tener precaución, extenderla a una distancia prudente, abarcando la palma sin apretar ni dejarla abierta. Todo comunica: si la extiendes muy lejos o muy cerca; si solo das la punta de los dedos o si agarras la mano y el antebrazo. Procura no dar la mano cuando esté fría, trata de secarla y/o calentarla; si saludas a varias personas no des la mano a una hablando con la otra porque es de mal gusto y puede ofender. A quien des la mano, mírala en señal de atención; luego podrás hacerlo con la otra persona, o la otra y la otra, sucesivamente.
3 Cuídate del hambre. La gran mayoría de los grandes negocios se cierran en una mesa comiendo; los “nextworking” incluyen espacios en los que la gastronomía también está presente, eso no significa que te convocan para saciar el hambre sino que esa comida forma parte de un ambiente laboral relajado. Hay que hacer gala de modales en la mesa y comer algo antes de asistir a un coctel laboral para evitar las consecuencias que trae esa necesidad del cuerpo, ya sea falta de concentración, enojo, ansiedad o cualquier otro que afecte el equilibrio.
4 Respeta. La privacidad y el espacio de los demás dentro de un espacio laboral deben ser respetados. No hurgues en los materiales de tu compañero sin su consentimiento, aun cuando sean cuestiones laborales, por algo se asignan esos lugares. Si hay un postre o cualquier detalle sobre el escritorio o nevera común no lo tomes porque crea situaciones incómodas y no te pertenecen. Nunca tomes tarjetas personales de los escritorios si no te la han ofrecido.
5 Presta atención a las personas. Para esto hay que desconectarse de la tecnología que absorbe nuestra atención en todos los aspectos de la vida, sin excluir el ambiente laboral, por lo que es necesario desconectarse de los aparatos para conectarse con las personas que nos rodean. El celular y los audífonos son parte de las tantas barreras que creamos en el entorno de trabajo frente a nuestros compañeros. Jacqueline aclara que, de ninguna manera anima a no usarlos, sino a ser buenos administradores entre ambos factores.
6 Sé puntual. El profesional que es impuntual no lo es por falta de tiempo sino por mala educación, evidenciada en esa conducta inadecuada; esto puede dar cabida a que su presencia sea motivo de relajo. La puntualidad forma parte importante de la imagen de cada persona.
7 Mantén la coherencia. De lo que decimos y hacemos en el espacio físico y en el virtual, la forma de caminar, de sentarnos y gesticular habla mucho de nosotros, razón por la que debemos cuidar estas áreas dejadas en “libertad”, pero que tienen impacto significativo en todos los aspectos de nuestras vidas. Ser profesional va más allá de un título, es un estilo de vida evidente en cada acción. Maneja tus redes sociales con la misma delicadeza y esmero que llevas las cosas importantes de tu vida, porque, aunque no lo creas, te pueden exaltar o hundir en el aspecto corporativo. ¡Cuidado con esto!
8 Viste correctamente. A pesar de que cada empresa posee su código de vestimenta, en ocasiones atendiendo a cada tipo de funciones, es un tema que a muchas compañías causa tensión. Jacqueline Viteri asegura que siempre hay que ajustarse al código establecido porque significa respeto a las normas corporativas. Evita las transparencias, la ropa corta, en el caso de la mujer; piezas muy entalladas, excesos de colores, el largo de la corbata, en los hombres; el cabello, tanto en higiene como imagen, sin importar el sexo es sumamente importante; y el perfume forma parte de la imagen del individuo, en el ámbito laboral debes usar aromas tenues para no alterar la armonía dentro del espacio.
9 Maneja lo que comes. En la mayoría de las empresas hay espacios destinados para almorzar, evita llevar alimentos de olores fuertes porque quizás pueda molestar a algún compañero que no identifique el olor o simplemente no le guste. Trata de llevar preparaciones sencillas, que no alteren y mucho menos traspasen las oficinas porque es mucho más desagradable. Otro error que afecta a tu imagen profesional es sentarte a comer en tu espacio de trabajo.
10 Cuidado con la salud. Cuando bosteces o estornudes no te tapes la boca con las manos, procura hacerlo con un pañuelo o servilleta. Si tienes algún virus o enfermedad contagiosa evita estar en contacto con los demás o, si se requiere, toma una licencia, no quieras ser más “responsable de la cuenta” poniendo en riesgo a los demás.