Mitos y realidades sobre la lactancia materna que debes saber
Es tiempo de desterrar algunas falsas creencias que giran en torno al tema
La lactancia materna está rodeada de mitos que venimos escuchando desde que tenemos uso de razón, como que la cantidad de leche que se produce tiene que ver con el tamaño de los senos o que hay factores que pueden hacer que la leche se corte. Y claro, el hecho de que esos comentarios vengan de nuestras madres o abuelas, que ya vivieron la etapa y salieron airosas, muchas veces hace que creamos ciegamente en ellos y no los pongamos en duda.
Sin embargo, gracias a que en la actualidad hay más información sobre el tema de la que había en el momento en el que les tocó a ellas, ya podemos asegurar que muchas de esas creencias populares carecen de veracidad. A propósito de que estamos celebrando la Semana Mundial de la Lactancia Materna, la consejera de lactancia y coach de padres Lynn Glass comparte a través de su cuenta de Instagram @madresrealesrd algunos de esos mitos que debemos dejar atrás de una vez por todas para hacer de este proceso uno más pleno.
Mito: Los senos pequeños no producen tanta leche como los senos grandes.
Realidad: El tamaño de los pechos no influye en la lactancia. Todas las mujeres producen leche de buena calidad y en cantidad suficiente porque la lactancia es un proceso regido por la ley de oferta y demanda.
Mito: Si das a luz por cesárea no tendrás leche inmediatamente y no podrás lactar.
Realidad: Lo que provoca la producción del calostro es la salida de la placenta. Ya sea parto natural o cesárea, se puede y es recomendable comenzar a lactar inmediatamente. Otro punto importante a resaltar es que la anestesia es de bajo riesgo para la lactancia.
Mito: El calostro no es suficiente para el bebé.
Realidad: El calostro es todo lo que el bebé necesita los primeros días mientras se produce la leche de transición, por lo que no es necesario complementar. La barriga del bebé tiene un tamaño mínimo y es capaz de saciarse con solo unas gotas de leche.
Mito: Si comes mientras estás lactando, la leche se corta.
Realidad: Comer mientras se amamanta no trae ningún riesgo ni para la madre, ni para el bebé. No hay conducto directo de la boca al pecho, por lo tanto, no hay manera de que lo ingerido por la madre le haga daño al bebé.
Mito: Si te enfureces o entristeces, la leche se corta.
Realidad: La composición de la leche no varía con el estado de ánimo. Lo que sí puede pasar es que tarde un poco más en salir por el descenso de oxitocina, pero cuando te relajes y respires la leche volverá a fluir.
Mito: Si el bebé está enfermo, debes dejar de lactar.
Realidad: Aunque no lo creas, el cuerpo de la mujer es tan increíble que es capaz de crear las vitaminas y minerales que el bebé necesita para suministrársela a través de la leche materna para combatir la enfermedad. Esto quiere decir que no tienes que dejar de lactar, a menos que se trate de una enfermedad de alto riesgo. En ese caso, lo ideal es consultar al pediatra.
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