Este es el protocolo de seguridad para el regreso a las clases presenciales

Para arrojar luz sobre las medidas que se implementarán en los centros educativos para la vuelta a la presencialidad, hemos compilado el protocolo general ideado por el Ministerio de Educación, en conjunto con el Ministerio de Salud Pública dominicano

El año escolar 2021-2022 tiene previsto iniciar el 20 de septiembre. (Freepik)

Con la vuelta a clases presenciales en República Dominicana cada vez más cerca, muchos padres se preguntan cuáles medidas se implementarán en las escuelas y colegios de cara a la pandemia, a fin de garantizar un retorno seguro para sus hijos. Si te incluyes en ese grupo, sigue leyendo, porque para arrojar luz sobre este tema hemos compilado el protocolo general del regreso a las aulas ideado por el Ministerio de Educación, en conjunto con el Ministerio de Salud Pública dominicano. Estas son las medidas que contempla:

Uso obligatorio de mascarillas en niños mayores de cinco años. Las mascarillas serán de uso obligatorio y permanente, salvo en niños y niñas menores de cinco años. En el caso de maestros e intérpretes de estudiantes sordos se recomienda utilizar viseras protectoras y máscaras transparentes, para facilitar la lectura de los labios.

Las clases presenciales serán por grupos. Cada docente recibirá de manera alterna al 50 % de la población del curso. A tal fin, se podrá subdividir el curso en dos grupos de la misma cantidad de estudiantes (grupo 1 y grupo 2), preparándose un horario diferenciado para cada uno. Por ejemplo: el grupo 1 asiste lunes, miércoles y viernes, mientras que el grupo 2 martes y jueves. A la semana siguiente se alternan. Los días de la semana en que alguno de los grupos identificados no tenga que acudir al centro educativo, se mantendrá trabajando bajo el formato de educación a distancia.

Se organizarán las entradas y salidas del plantel. Habrá una organización planificada de la entrada y la salida del centro educativo, la cual debe contribuir a evitar aglomeraciones, a fin de garantizar el distanciamiento físico, pautándose los lugares seguros donde recoger y desmontar a los estudiantes. Los padres o familiares no podrán desmontarse de sus vehículos a menos que sea necesario. Se debe considerar la opción de espaciar los horarios de entrada y salida de diferentes grupos de estudiantes, por grados o niveles, de acuerdo a la matrícula del centro.

Los horarios de recreo se dividirán por cursos. A partir del área total de espacios para recreos, la escuela o colegio asignará zonas, claramente demarcadas, para realizar los recreos, por cursos o por niveles. Se les debe permitir a los estudiantes permanecer en el aula durante el receso si así lo desean, siempre que exista la posibilidad de supervisar que se mantenga la distancia debida.

Mantener el debido distanciamiento. A fin de velar por el distanciamiento en las aulas u otros espacios de uso para docencia se debe disponer de un metro y medio de distancia por estudiante.

En el aula, una butaca para cada estudiante. Cada alumno tendrá asignada una butaca o espacio con insumos exclusivos de su uso, para que no tenga que compartir útiles escolares con sus compañeros. En el caso de los centros de atención a la primera infancia, en el tiempo de siesta (si aplica), se velará porque los niños estén distanciados, colocándolos en posición contraria (cabeza versus pies), para reducir el potencial de propagación viral.

Los salones deben contar con ventilación natural. Es necesario que cada centro cuente con ventilación natural en las aulas, así como trabajar en espacios abiertos cuando las condiciones del clima lo permitan, cuidando siempre la seguridad de los estudiantes, especialmente los de menor edad o que presenten alguna discapacidad. El uso de abanicos (ventiladores) en modo extractor puede ayudar a la ventilación, así como abanicos de pared, dispuestos de forma giratoria sin incidir directamente en las personas, evitando que aire potencialmente contaminado fluya hacia otra persona.

Debe haber (y especificarse) una capacidad máxima para las áreas comunes. En la entrada de cada baño se debe especificar la capacidad máxima de uso simultáneo durante la jornada escolar; lo mismo aplica para las áreas de preparación, consumo y venta de alimentos. En caso de que sea necesario, se podrían utilizar aulas para ingerir alimentos, bajo las medidas de ventilación, distancia física, higiene de manos y limpieza posterior del mobiliario adecuadas.

La limpieza tiene que ser constante. Se realizará una limpieza y desinfección profunda de todas las áreas del centro antes del retorno a la modalidad semipresencial. De igual manera, se mantendrá una logística de limpieza diaria, la cual se repetirá en aquellas áreas muy frecuentadas (baños, barandas, manubrios de puertas, mesas para tomar alimentos, escritorios, sillas del merendero cada vez que se utilicen, recursos didácticos, etc.).

Un área de aislamiento para casos sospechosos. Es recomendable que el centro educativo cuente con un área de aislamiento para atención de posibles casos sintomáticos o sospechosos. Esta área se ubicará alejada de espacios de circulación regular de las personas, bien ventilada, sin aire acondicionado.

Insumos de higiene accesibles. Cada centro deberá contar con gel sanitizante en las diferentes áreas de servicio, en adición a los lavamanos con agua y jabón. Especialmente en el área de recepción, estará disponible una solución hidroalcohólica para higiene de las manos de los estudiantes y de todo el personal que acceda al recinto educativo.

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(Fotos: Shutterstock y Freepik)