Consejos de experto para prevenir los suicidios en niños y adolescentes
Expertos recomiendan qué hacer para evitar que tus hijos cometan actos que atenten contra su vida
Línea de ayuda: El departamento de Salud Mental del Ministerio de Salud Pública de República Dominicana posee la línea de información sobre la depresión en el 809-544-4223
“Los niños no tienen razones para deprimirse” o “él no necesita un psicólogo, sino una ‘pela’”, son algunas de las frases que escuchamos en territorio dominicano cuando se habla de suicidios de niños y adolescentes, las cuales demuestran la falta de información que todavía gira en torno a la salud mental. Aunque para muchos el suicidio de menores de edad no es un tema de preocupar en República Dominicana, la realidad es que sí lo es, y en eso concuerdan los especialistas en el área.
En septiembre del 2020, a propósito del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, el Ministerio de Salud Pública dominicano dio a conocer que la depresión es la principal causa de suicidio en el país. Los datos ofrecidos en ese entonces confirmaban 349 casos de muertes auto provocadas entre los meses de enero y agosto: el 84.2 % correspondió a hombres, un 15.8 % a mujeres, mientras que un 2.7 % a menores de edad. A consideración de la psicóloga clínica y de la salud Paola Flaquer, el referido informe reafirma que esta acción en el país es más común de lo que se cree, sobre todo ahora, en tiempos de pandemia.
De acuerdo con la experta en conducta humana, los índices de suicidio en todas las edades suelen aumentar en las épocas de mucho estrés, y esta es, sin duda, una de las más importantes de este siglo, en el ámbito global. En el caso específico de niños y jóvenes, las razones tienen mucho que ver con los cambios repentinos que ha traído la crisis sanitaria: la falta de socialización, la cual es propia y necesaria para esta etapa, el miedo a la enfermedad en sí, la angustia de perder desde seres queridos hasta su libertad y rutinas, el estrés de las clases virtuales, el aumento de tensión e incluso la violencia en las familias.
Además de las situaciones que ha propiciado la pandemia, la especialista en psicología infantojuvenil dice que existen otros factores de riesgo para que a un niño o adolescente le pase por la mente atentar contra su vida. Entre ellos cita antecedentes de depresión o de otro trastorno mental, antecedentes familiares de suicidio, pérdidas (rupturas o muertes), historial de violencia, bullying o abuso sexual, así como problemas en las relaciones interpersonales, tendencias impulsivas o agresivas o padecer una enfermedad física. En los adolescentes, también se agrega el abuso de alcohol y de sustancias ilícitas.
Comunicación, la clave para prevenirlos
Flaquer asegura que para evitar que los hijos cometan actos que atenten contra su vida es importante escucharlos y mantener una buena comunicación. “Hay que estar al pendiente de su estado emocional y su vida en general, intentar no juzgarle ni ignorar o invalidar su malestar y sus experiencias, mostrarle apoyo y amor incondicional, fomentar un estilo de vida saludable, buena alimentación, rutinas de sueño y actividad física, indagar y buscar ayuda en cuanto note cambios repentinos o que algo está fuera de lo normal”, dice.
La principal señal de alerta de que un niño o adolescente tiene pensamientos suicidas, a consideración de la psicóloga, es la propia manifestación o expresión de ideas de malestar. Según dice, es un mito que las personas que han pensado en quitarse la vida no hablan sobre ello, “por el contrario, muchas veces intentan pedir ayuda y comunicarlo, hablan sobre el suicidio o sobre la muerte e incluso se despiden de sus seres queridos”.
Las autolesiones también son un signo de advertencia de que existe un sufrimiento emocional intenso, aunque asegura que no todo aquel que recurra a ellas lo hace con la intención de suicidarse. Sin embargo, se le debe dar prioridad de igual manera. Otras señales frecuentes son los cambios inusuales de humor o de comportamiento, la pérdida de interés en actividades que antes disfrutaban y el aislamiento, cambios en el sueño o el apetito, problemas de memoria o concentración, expresión de sentimientos de ira, rabia, venganza y desesperanza. Pueden también decir sentirse atrapados e involucrarse en conductas riesgosas.
Aunque ante estas señales lo más oportuno es buscar ayuda profesional, es deber de los padres accionar al momento si descubren que su hijo tiene ideas suicidas. ¿Qué deben hacer? “Conservar la calma y hablar sobre el tema con el niño o adolescente directa, abierta y honestamente, hacerle saber que cuenta con su ayuda”, dice. A eso añade que también se debe eliminar el acceso a cualquier método de suicidio y no dejar nunca solo al menor de edad. “Lo más importante es mantenerse involucrado en todo momento y tener a mano fuentes o números de contacto de ayuda”.
Desde su punto de vista, en el país hace falta educar a la población sobre esta problemática, para así trabajar desde la prevención e intervención temprana. “Hace falta mucha educación al respecto, los centros educativos e instituciones gubernamentales pueden empezar informando y desmintiendo mitos sobre el suicidio, instruyendo tanto a padres, profesores y compañeros sobre estas señales de alerta y formas correctas de ayudar”, concluye, mientras asegura que de igual modo se deben ofrecer programas de apoyo para toda la familia y asistencia profesional multidisciplinar para estos casos y otras problemáticas de salud mental.
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