¿Cómo afecta el encierro a los niños?
La reinserción de los niños mostrará en ellos los efectos psicológicos causados por el confinamiento
El encierro nos afecta a todos. Tanto a los grandes como a los pequeños. Actualmente con la nueva etapa que está viviendo el país, y el proceso de reinserción laboral, muchos, poquito a poco, tendrán que ir ajustando sus rutinas para trabajar y vivir, parecido a como lo hacían antes.
En esta etapa, los niños están en un proceso difícil, ya que en cuestión de semanas han cambiado de ir a la escuela, visitar a sus familiares, o celebrar sus fiestas a tener que estar en casa, recibir clases por internet, vivir con padres afectados por los cambios y todo lo demás que ya sabemos.
Los que han iniciado sus labores de forma presencial en la primera etapa (20 de mayo) están sintiendo los estragos del cambio, manifestando estrés, agotamiento, angustia, cansancio, poco rendimiento, en algunos casos sintiéndose inadaptados en su zona laboral, y ni qué decir de quienes son padres que reciben un sinnúmero de llamadas al día de sus hijos para cuestionar qué pueden hacer en casa y qué no.
Entonces, ¿cómo se mostrarán los niños en su reinserción?
La psicóloga y educadora Leslie Amell asegura que los efectos del encierro en los niños pueden variar dependiendo de la personalidad del niño, su estado emocional (previo al encierro), su nivel de actividad y el ambiente general del hogar.
Tanto para los adultos como para los niños la crisis del coronavirus nos dejará una huella física y mental difícil de borrar. Por eso, la especialista recomienda estar preparados y conscientes de lo que podría pasar con los niños cuando salgamos a la “nueva normalidad” para poder empatizar, comprenderlos e ir llevándolos “suavemente y de la mano”.
Un factor influyente en cómo los niños se afectan con este proceso es la forma en como los padres han manejado la crisis, “al encontrarse los padres también más ansiosos, el ambiente en muchas ocasiones en casa será más tenso y esto afecta también a los niños”, expresa.
“Hay niños más tranquilos, más sedentarios o introvertidos y otros más sociables o más activos. Pero debemos estar preparados para ver algunos de los siguientes patrones, sabiendo que son de esperarse, dadas las circunstancias que estamos viviendo”, agrega la creadora de @aprendiendo_rd.
Para mejorar esta situación, lograr un fluido y saludable reingreso de los niños en las rutinas es importante hablar de las emociones, ponerles palabras a los sentimientos, explicarles lo que ocurre en términos que ellos puedan entender.
También es recomendable hacer ejercicio físico, practicar la relajación, el humor (hacer chistes, cosquillas), los juegos en familia y la esperanza (hablar de qué harán cuando todo pase). Ayuda mucho tener rutinas y horarios fijos en el hogar, buscar espacios de juego al aire libre y contacto con la naturaleza.
Además, entender que todos los niños son diferentes, algunos se adaptan y readaptan rápidamente, a otros le toma más tiempo. “Seamos pacientes y flexibles cuando nos toque ir retomando con ellos la nueva normalidad”.
Actualmente los padres tienen que ser más padres que nunca, acompañar a los niños en todo, ser sus amigos, sus profesores, sus animadores, sus cocineros y todo esto sin dejar de ser empleados.
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