Claves para establecer límites sanos en el amor

Aunque ‘trazar límites’ muchas veces puede parecer una conducta que apunta al egoísmo, la realidad es que cuando se trata de relaciones de cualquier tipo, esto contribuye al bienestar colectivo

Expresar los gustos y disgustos de manera asertiva permita hacer crecer la relación. (Freepik)

Una vez crecemos, nos damos cuenta de que cuando nuestros padres nos exigían llegar a casa a cierta hora o nos impedían hacer algo, no lo hacían solo por molestar, como en ese momento pensamos. Esa era su manera de ponernos límites, con el fin de establecer un orden para que todo funcione mejor y evitar conflictos en el hogar.

Aunque ‘trazar límites’ muchas veces puede parecer una conducta que apunta al egoísmo, la realidad es que, cuando a relaciones de cualquier tipo se refiere, esto es totalmente sano y necesario para el bienestar colectivo.

Así lo concibe la psicóloga Clarissa Guerrero, quien dice que en el amor se hace especialmente importante poner límites, ya que a partir de las condiciones que se planteen en el proceso de conocerse es que se sienta la relación. “De ahí la importancia de ser auténticos desde un inicio, expresar los gustos y disgustos de manera asertiva para que esto permita hacer crecer la relación”, explica.

La también experta en conducta humana, Karem González, aclara que hay que tener presente que no se trata de una imposición, sino más bien una condición que es flexible, coherente y adaptable. “Un límite sano es lo que me permite estar contigo sin dañarnos. Es lo que necesitas de mí para que estemos bien”, recalca en una publicación en su cuenta de Instagram.

Cómo hacerlo

Para establecer límites sanos en una relación de pareja, el primer paso es el autoconocimiento. Debes tener claro lo que buscas y requisitos que necesitas que cumpla esa otra persona, cuáles son tus necesidades físicas y emocionales, para en base a eso plantear lo que sí y lo que no.

Una vez sepas lo que necesitas, debes externarlo abiertamente desde el primer momento. “Una relación es para conocerse y poder saber si hay un futuro como pareja a largo plazo”, dice Guerrero. Y esa comunicación debe ir de la mano con la honestidad y la transparencia.

Pero, cuidado, porque a veces la honestidad puede llegar a herir y esa no es la intención. Por eso debes siempre buscar el momento propicio para manifestar lo que no te gusta de tu pareja. Hacerlo cuando estés molesto nunca será una buena opción, ya que las emociones te pueden llevar a decir palabras descompuestas. Mejor espera a que ambos estén tranquilos y en la mejor disposición de conversar y escuchar.

Dejar pasar algo que te disguste tampoco es una conducta que lleve a establecer límites sanos, sino al contrario. Lo ideal es señalar lo que te molestó en el momento ocurrido para evitar que se repita o siga creciendo en el tiempo. Si bien muchos (sobre todo mujeres) tendemos a pensar que es casi obvio cuando algo nos molesta aunque no lo digamos expresamente, no hay nada mejor que dejar los puntos claros, así evitas malentendidos.

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Por último, ten presente ser flexible. Aunque es importante no trasgredir los límites trazados por el bienestar de la relación, recuerda que tampoco se trata de imponer o castigar si no se cumplen. Esto es un proceso que amerita tiempo y, en lugar de reproches, hablar desde el amor para que se logre el propósito.

“Los límites se van delimitando de manera constante y a lo largo de toda la relación. Estos no son estáticos y es posible que a medida que la misma relación madure y se transforme, estos vayan cambiando. Lo importante en este sentido es que la comunicación sea activa y empática en todo momento”, enfatiza Guerrero.

¿Qué pasa si no establecemos límites? En ese caso, la psicóloga dice que es muy probable que una de las partes termine siendo sacrificada por no dar su verdadera cara y que se aguante todo el tiempo por miedo al rechazo. En el peor de los escenarios, recalca que el vínculo amoroso puede llegar a romperse. “Es muy probable que la dinámica general de la relación no sea sana y culmine en una ruptura, ya que no se hace sostenible a través del tiempo”, concluye.

Periodista de Revista. Le apasiona escribir sobre salud mental y relaciones de pareja. De no ser periodista, sería psicóloga con un blog.