Aprender a decir “no” puede mejorar tus finanzas
Parte de las carencias financieras actuales se deben a la incapacidad de las personas a decir que no
El ser humano es social por naturaleza. El deseo de pertenecer y ser aceptado forma parte de las necesidades sociales descritas por el psicólogo Abraham Maslow al mencionar la jerarquía de las necesidades humanas. Es decir, vivir en comunidad y sentirse parte de ella constituye una necesidad transcendental a ser cubierta para que una persona alcanzase el bienestar integral.
Sin embargo, el anhelo de compartir, de estar en cada coro, cada actividad, de no perderse nada, puede afectar nuestra salud financiera. Parte de las carencias financieras actuales se deben a la incapacidad de las personas a decir que no. Teniendo recursos limitados para llevar un ritmo de vida social tan ajetreado, donde los ingresos mensuales son insuficientes, se tocan los ahorros y se da uso constante a las tarjetas de crédito, las personas deciden sobrecubrir las necesidades sociales a expensas de su bienestar financiero. ¿Cómo puedes remediarlo? Estas son mis recomendaciones:
Se debe ser realista. Los ingresos son limitados y se tienen responsabilidades que cumplir, por eso se debe entender que, aun deseando, no es posible estar en todas las actividades; resulta insostenible a largo plazo dar gran holgura al entretenimiento y el disfrute.
Hacer un presupuesto y asignar un monto para el esparcimiento. Aun cuando muchos resuelven las situaciones según se van presentando, resulta de gran utilidad elaborar un presupuesto mensual realista, donde se fijen cada una de las responsabilidades que deben ser cubiertas, pero también se incluya una partida para el esparcimiento o diversión. Resulta imprescindible apegarse lo más posible al monto fijado para no caer nuevamente en gastar de más.
Por otro lado, decir que no, rechazar esa salida o actividad a la que se desea asistir, no siempre es sencillo. No obstante, puede ser beneficioso. Es posible que al detenernos a pensar nos demos cuenta que estamos haciendo las cosas por las razones incorrectas, no por estar con personas sino por no estar solos. Si sientes que es tu caso, te presento algunos puntos en los cuales pensar:
1. Deja de llenar espacios. Aprender a estar solos puede resultar un reto para muchos. Suelo decir que nos da miedo estar solos por temor a conocernos y no agradarnos; sin embargo, se hace necesario la introspección y si al estar con nosotros mismos nos damos cuenta de que no somos la persona que deseamos ser, pues es tiempo de trabajar en mejorar, en construirnos.
2. Ocupa tu tiempo en ti y tus metas. Luego del proceso de conocerse, llega la necesidad de ocuparse en alcanzar eso que se desea. Ahora que se tiene mayor holgura de tiempo, pues se dejó de llenar espacios con cualquiera y en cualquier cosa, se puede trabajar en metas y planes a corto, mediano y largo plazo.
3. Tomar acción y decir no cuando sea necesario puede reflejarse de manera directa e indirecta en nuestra vida, desde cambio de hábitos y mejor utilización del tiempo y los ingresos hasta la dedicación a lograr metas a futuro.
Recuerda que no también es una palabra.
La autora, Mery Santana Heredia, es economista-investigadora.
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