12 cosas que debes saber sobre la higiene íntima femenina

Una enorme cantidad de falsas creencias persisten en relación a la zona vaginal. Incluso una gran parte de las mujeres no conoce demasiado sobre los cuidados y la correcta higiene que esta parte de nuestro cuerpo debe tener. El doctor Alejandro Paradas Caba, gineco-obstetra, responde a nuestras dudas más frecuentes.

1. Aseo. La limpieza de los genitales debe realizarse (por lo menos dos veces al día) con suficiente agua utilizando una solución de PH ácido, del tipo de lactosuero hipoalergénico, que contenga ácido láctico para ayudar a hidratar y mantener el equilibrio de la zona íntima.

2. Depilado. La principal función del vello púbico es proteger. Sin embargo, de cada 10 mujeres que acuden a la consulta del ginecólogo, 8 ó 9 lucen un depilado completo. Lo recomendable es que se deje la parte central, es decir el área que rodea el clítoris y que conforma los labios mayores porque es muy sensible y delicada. Al depilar con navajas se crean laceraciones, lo que permite el acceso a las micro-bacterias.

3. Infecciones. Muchas veces cuando la mujer identifica una secreción o flujo entiende que tiene una infección. Sin embargo, su percepción no siempre es certera. Si dicha secreción viene acompañada de mucho ardor, comezón, irritación y enrojecimiento de la zona íntima, debe acudir al ginecólogo para determinar si existe o no una infección vaginal.

4. Jabón. Los jabones deben conservar la acidificación de las partes íntimas, por tanto tienen que contener lactosuero y un PH de 3.5 para mantener el equilibrio de todos los gérmenes que cohabitan en este lugar. Cuando se altera el PH se alcaliniza en vez de acidarse, produciendo la proliferación de gérmenes patógenos que provocan las infecciones. Por eso se sugiere no utilizar el jabón de cuaba, pues las sustancias que lo componen regularmente son alcalinas, es decir, tienen un PH por encima de 5.

5. Protectores diarios. Su uso se ha convertido en un hábito. Tanto, que 8 de cada 10 mujeres los usa. Sin embargo, el cuerpo de la mujer tiene su propio mecanismo de defensa que favorece “que todo lo que tenga que salir, salga”.

6. Secado. Cuando la mujer orina regularmente tiende a secarse incorrectamente con papel de baño de atrás hacia delante. Esto provoca que se arrastren bacterias. Para evitarlo, la mujer debe asear los genitales y secarse con palmaditas, porque muchas veces la misma orina produce contaminación del área.

7. Sexo. Es importante que la mujer orine antes y después de las relaciones sexuales, ya que muchas veces espera a terminar el acto. Esto también puede promover la aparición de infecciones.

8. Tampones. Debemos tener cuidado al usar los tampones durante el proceso menstrual, pues estos pueden llevar contaminación a la vagina. Como se tiene una salida de sangre, ésta se convierte en el mejor medio de cultivo para que puedan proliferar gérmenes patógenos.

9. Tipo de ropa. Se sabe que hoy día, por el tipo de actividad a la que la mujer se encuentra sometida, ésta tiende a utilizar ropa ajustada que contiene mucho poliéster y vicril, texturas sintéticas que no permiten que los procesos de la vagina puedan producir sus mecanismos de defensa normales: sudoración y humectación. Por tanto, es recomendable que la ropa interior sea de algodón (o al menos la parte media), ya que garantiza un balance en las glándulas que controlan la piel de los genitales.

10. Toallas sanitarias. Cuando la mujer termina su proceso menstrual debe descontinuar el uso del protector. Durante el periodo debe cambiar la toalla femenina constantemente.

11. Óvulos. Como algo normal, y luego de un proceso menstrual, la mujer ha creado el hábito de colocarse óvulos como forma de limpiarse. Sin embargo, el cuerpo tiene los mecanismos necesarios y propios de realizar la auto-limpieza sin necesidad de agentes externos. Lejos de ser un beneficio, podría acarrear problemas. Si la mujer se coloca un óvulo sin necesitarlo, provocará un desbalance en la microflora vaginal.

12. Desodorantes. Muchas mujeres utilizan desodorantes en forma de spray para evitar los olores normales de la zona íntima. Esta acción es incorrecta porque la mayoría de estas sustancias contienen mucho alcohol.