10 lecciones familiares

Criar niños felices y responsables es la meta de cualquier padre, pero no siempre es fácil conseguirlo. Vida Gaviria, autora del libro “Vida en familia”, tiene las respuestas a esta aventura educativa en la que escuchar, equilibrar y poner límites se convertirán en las principales armas de crianza.

1 Sembrar con el ejemplo

“Debemos dar ejemplo. Si somos realmente individuos congruentes, si el discurso que damos a nuestros hijos lo vivimos, estaremos sembrando la semilla de los valores que queremos que florezcan en ellos, aquellos en los que creemos y por los cuales decidimos vivir”.

2 Castigo vs. Consecuencias

“No creo en la herramienta del castigo como tal. Creo que nuestros hijos, desde la primera infancia, pueden aprender que toda decisión tiene una consecuencia, de esa manera estarán aprendiendo también a responsabilizarse por sus actos. Los límites necesitan flexibilizarse y ajustarse al momento de vida. Muchas veces los padres tienen a un adolescente al que siguen tratando como un niño. Creo mucho en mostrarle a nuestros hijos las consecuencias de las decisiones que han tomado, más allá de que ellos lo vean como un castigo y, claro está, con límites. Si tratamos a nuestros hijos con respeto así nos tratarán ellos a nosotros”.

3 Controlar juntos la tecnología

“Controlar es una ilusión, una fantasía a la cual los adultos todavía estamos ceñidos. Los padres aún estamos aprendiendo a convivir con toda esta tecnología que nos ha invadido en todos los aspectos, que ha modificado las conversaciones y hasta el afecto. Nuestros hijos, que son nativos

digitales, son quienes nos van a enseñar a regularlo. Si no queremos que nuestros hijos estén sobreexpuestos a la pantalla, porque entendemos las consecuencias del uso excesivo de la tecnología, vamos a dar el ejemplo. Si como adulto estoy todo el tiempo pegado al aparato, ¿cómo puedo pedirle a mis hijos que regulen el tiempo de conexión? Antes de exigir algo que nosotros todavía no hemos podido regular, vamos a aprovechar y hacer el ejercicio de regular el uso juntos”.

4 Negociar permisos y salidas

“Es una oportunidad que debemos aprovechar los padres para ver con quienes se relacionan nuestros hijos, porque usualmente ya pasan más tiempo con sus amigos que con nosotros, sus padres. Vamos a establecer una negociación, aprendamos como padres a confiar, a soltar y a recoger cuando sea necesario, explicándoles siempre a nuestros hijos, que necesitan y merecen una explicación satisfactoria, por qué en algunas ocasiones hay permiso y por qué en otras no. Juntos vamos a convivir sin sobrepasar límites que me generen como padre cierta intranquilidad o expongan la seguridad de nuestros hijos”.

5 Asumir las responsabilidades

“Una de las cosas más importantes para el ser humano es sentirse amado, que pertenece a una familia y que su presencia es importante en el grupo familiar. Aunque parezca que no tiene que ver, el hecho de tener responsabilidades dentro del hogar hace que mi presencia sea importante. No se trata solo de hacer de nuestro hijo un futuro adulto responsable que pueda tener una casa ordenada o pague su cuentas, de esta manera también lo hacemos sentir importante y valioso”.

6 Reforzar las relaciones entre hermanos

“Las relaciones fraternas son el primer laboratorio donde socializamos, establecemos complicidades y aprendemos a establecer reglas. Es importante que nuestros hijos peleen entre ellos y dejarlos resolver sus problemas. Obviamente, los padres debemos estar siempre atentos, si se faltan el respeto, para que sepan reconocer por qué sienten que pueden pasar este límite con su herman@ y cuestionarles cómo se sentirían ellos si estuvieran en su lugar. Es importante sacar tiempo para sentarse, siempre en momentos de no crisis, para reforzar lo que nuestros hijos están haciendo positivamente con sus hermanos, no solamente poniéndole atención a lo que hacen mal o dejan de hacer, sino también a lo positivo”.

7 Hablar con naturalidad de la sexualidad

“De la sexualidad estamos hablando desde el día en que salimos en estado. Los padres tienen que quitarle ese peso a “la conversación”. Cuando hablamos de una canción que no nos gusta, de que no se pueden sentar en la mesa sin camisa, cuando nos damos un besito, cuando expresamos afecto, estamos hablando de sexualidad. Si para nosotros es un tema tabú, podemos consultar con algún pariente, maestra o especialista que sepa hablar de ello. Esta es una oportunidad para abordar un tema que atañe a nuestros hijos pero también es un tema nuestro”.

8 Las consecuencias del alcohol

“Muchas veces los padres me piden la vacuna contra el alcohol, que parece ser la droga más aceptada y naturalizada en esta sociedad en la que hemos decidido criar. Volvemos al ejemplo: si veo esta sustancia como algo que me permite socializar más, que me relaja fácilmente después de un día largo de trabajo, obviamente, estoy diciendo a mis hijos que esta es la solución cuando tengas una realidad de vida que no puedas afrontar. Si nuestros adolescentes tienen una vida rica en experiencias, si se saben seguros, completos y amados, no necesitan recurrir a realidades alternativas. No podemos encerrar a nuestros hijos en una torre hasta que se hagan adultos, es algo a lo que están expuestos. Vamos a hablarlo, incluso antes de que se presente la oportunidad, explicándoles cómo lo hacen mamá y papá y cuáles son sus consecuencias”.

9 Por una crianza respetuosa

“La crianza respetuosa no es un concepto nuevo, no lo inventé yo. Más que una estrategia para criar es una actitud de vida. Entendemos por crianza respetuosa considerar a nuestros hijos como seres humanos que tienen el mismo derecho de un adulto aun cuando ellos sean pequeños. Si queremos criar a nuestros hijos para la democracia, necesitamos modelar un hogar que parezca realmente un hogar y no un cuartel, donde son tomados en cuenta, se respetan los límites, se cría en la empatía y con amor ante todas las situaciones de la vida. Vamos a acostumbrarnos a demostrar afecto, somos seres de contacto, de piel, y necesitamos sentir”.

10 Criar con confianza

“Hay que criar desde la confianza. Muchas veces veo que los papás crían desde el miedo, por eso tratamos de imponer tantos controles que al final nadie controla a nadie. Por mucho que encierres a un niño en una habitación para pensar, el niño puede pensar en todo menos en lo que hizo. El control parte de nuestro miedo a que el niño se exponga a situaciones, pero si criamos desde la confianza, si entendemos que la vida no es buena ni mala, sino sabia, y todo lo que tiene para mostrarnos es una oportunidad de aprendizaje, criaré con mucha más alegría y seguridad, disfrutando el momento. Vamos a disfrutar la oportunidad de criar a nuestros hijos hoy, vamos a confiar. Vamos a guiarnos por nuestro instinto que sabe qué es lo mejor para nuestros hijos”.

Vida en familia

En este libro de 105 páginas Vida Gaviria recorre los principales momentos críticos que suele enfrentar una familia convencional, sin dejar de lado los retos implicados en la convivencia, planteando casos cotidianos y ofreciendo opciones para transitar cada etapa evolutiva de los niños con empatía y respeto. Puedes encontrarlo en Librería Cuesta y Amazon.