Cuidado con el estreñimiento
SANTO DOMINGO. Hay gente para quienes el baño es un remanso de paz y esparcimiento: se jactan de haber compuesto sus mejores coplas; de haber alcanzado las notas más altas, de haber practicado el mejor discurso de toma de posesión jamás pronunciado... sin ser político.
Pero para muchos, el momento que enfrentan la realidad del baño es de los más duros y dolorosos. Lo penoso es que bien sea por estrés o alimentación, cada vez son más los que padecen de estreñimiento, a lo mejor sin saber lo peligroso que resulta no ponerle remedio.
Un asunto de definición
Estreñimiento se entiende como la dificultad para la evacuación de la materia fecal. Es un término mal entendido, pues muchas veces se confunde con la frecuencia. El hábito intestinal es diferente en cada individuo, aunque en la generalidad se considera que una persona sana debe evacuar tres veces por semana como mínimo y hacerlo sin dificultad en tres de cada 4 ocasiones. Si la frecuencia es menor y la dificultad existe, se habla de estreñimiento o constipación.
Hinchazón abdominal, gases, sensación de pesadez y dolor de cabeza son las primeras consecuencias de este desarreglo. De no corregirse, le siguen disminución del apetito, mal aliento, cansancio y alteraciones de la piel como acné u opacidad. Y si se prolonga sin tratamiento o correctivos adecuados, puede derivar en hemorroides, fisuras, divertículos, síndrome de mala absorción e incluso cáncer de colon.
Causas
Una dieta pobre en fibra, con poca agua y excesivo o insuficiente aporte de grasa es la causa más común de estreñimiento. Le siguen el abuso de laxantes, el sedentarismo y el estrés. Traslados a ambientes distintos, efectos secundarios de ciertos medicamentos, el embarazo y la edad avanzada son otros factores que influyen.
Alimentos al rescate
Cambios en la alimentación o consumir alimentos adecuados pueden jugar un papel preponderante. Veamos algunos ejemplos:
Fibra: Es fundamental, porque en contacto con el agua se hincha y aumenta el volumen de las heces, que al tocar las paredes del intestino, estimulan el movimiento. La cantidad recomendada es de 25-30 gramos por día, que pueden provenir de diferentes vías: hortalizas fibrosas (espárragos y verduras crudas), cereales integrales, legumbres, ciruelas (frescas o desecadas) y otras frutas ricas en pectina como manzana, zanahoria, guineos y cítricos.
Agua: Se aconseja consumir de 8 a 10 vasos de agua. No todos los líquidos son de utilidad, porque las bebidas de cola, el alcohol, el café y el té, pueden producir el efecto contrario.
Grasas: La alimentación debe ser moderada en grasas, pero no hay que suprimirlas porque actúan como lubricantes intestinales.
Lactobacilos: protegen la flora intestinal, que contribuye a evitar el estreñimiento. Elija yogurt bajo en grasa, leche descremada con fibra y leche cultivada.
Otras medidas: Los hábitos de vida también necesitan ser revisados:
Coma despacio y mastique bien: La digestión comienza en la boca. Si cada bocado se traga directamente sin masticarlo correctamente, se omiten pasos importantes. Como resultado, cuando la comida llega al estómago, se digiere en forma incompleta, fermenta con facilidad y produce gases e hinchazón.
Realice comidas menos abundantes con mayor frecuencia.
Eduque el intestino: Destine un tiempo para ir al baño con tranquilidad, todos los días a la misma hora, aunque no sienta urgencia. No reprimas nunca las ganas de mover el intestino.
Masajee la zona abdominal: Al acostarse y levantarse, siguiendo el recorrido del intestino grueso: comienza en dirección ascendente por el lado derecho, continúa en sentido horizontal por el centro y termina descendiendo por el lado izquierdo.
Realice actividad física: La caminata es de las mejores.
Combata el estrés: Practique ejercicios de relajación y de respiración.
Ría más: Aunque no lo crea, reírse alivia el estreñimiento en dos maneras: masajea los intestinos y alivia la tensión.
Consulte a su médico: Ante cualquiera de los síntomas primarios o si entiende que algún medicamento prescrito puede estar agravándolo. El estreñimiento puede ser tratado mucho antes de que se convierta en un problema de salud. No deje que avance.
Un remedio casero efectivo: Tome jugo de ciruelas todas las noches antes de acostarte, dejando en remojo ciruelas pasas durante 12 horas en la nevera. Notará la diferencia.
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