Calidad del aire y nuestra salud

En marzo 2014, la OMS alertaba que la contaminación del aire estaba causando anualmente 3.7 millones de muertes prematuras en el mundo. Que el riesgo de padecer accidentes cerebrovasculares, cardiopatías, cáncer de pulmón y enfermedades respiratorias incluyendo el asma, se incrementa a mayor exposición a estos contaminantes. Que los resultados de muchos estudios son consistentes entre sí y muy preocupantes al afirmar que a nivel mundial las infecciones respiratorias agudas representan el 20% de las muertes en los niños menores de 5 años (1).

La contaminación del aire es una amenaza para la salud infantil y adulta en todo el mundo, y, un tema que debiera ser prioridad en la agenda política de nuestros países, parece interesar a muy pocos gobernantes.

Para el año 2009, cuando el ministerio de medio ambiente realizó el primer inventario de “Emisiones Contaminantes” en nuestro país, el Distrito Nacional era el territorio con la peor calidad del aire, Santiago ocupó el segundo lugar seguido por la provincia de Santo Domingo, Puerto Plata, San Pedro de Macorís, San Cristóbal, La Vega y Samaná. Se determinó que el contaminante más abundante era el monóxido de carbono proveniente de los vehículos y, que la mayoría de las emisiones de fuentes fijas emanaban de la generación eléctrica, la refinación del petróleo y la industrialización de productos no minerales. ¿En qué se ha mejorado? Rubén Mesa, analista de la División de Calidad Ambiental de entonces entendía, que como en los últimos años se ha creado más conciencia sobre la protección al medio ambiente, y, se están buscando alternativas de energía limpia como el gas natural, la energía solar y eólica, los resultados de un nuevo inventario podrían presentar una mejoría del aire que respiramos (2). ¿Qué políticas se han desarrollado? ¿Hace el Estado respetar las leyes y reglamentaciones medioambientales?

No hay dudas que cada día hay más conciencia sobre la necesidad de preservar nuestros ríos, mares y océanos, de disminuir el ruido y mejorar la calidad del aire que respiramos. Pero, se necesita de una voluntad política responsable y del empoderamiento de toda la sociedad ahora. Después será tarde.

REFERENCIA: (1) Archivos de Bronconeumología. Agosto/2015 Vol.51. No. 8 Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica. (2) Mariela Mejía “Cuán limpio es el aire que se respira en la R.D.” Diario Libre, 29/agosto/2016. Premio al “Periodismo Industrial” George Arzeno Brugal.

El autor es pediatra. Puede hacer sus preguntas

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