Besar a la Virgen La Altagracia en Higüey; peregrinos y exvotos, una muestra de fe
Su imagen y devoción se remonta hacia una mágica y esperanzadora aparición en el árbol del Naranjo, en la histórica Iglesia San Dionisio
Miles de feligreses y peregrinos dominicanos y extranjeros como tradición de fe y de devoción hacia la protectora del pueblo dominicano, “Nuestra Señora Virgen La Altagracia” (NSLA); decidieron asistir a la ‘misa en creole’ a partir de las 8:00 de esta mañana del martes 21 de enero, y luego, a las 10:00, esperarán la llegada del presidente de la República, Danilo Medina Sánchez que encabezará la misa oficial que honra el ‘Día de Acción de Gracias’ a la madre espiritual.
El calendario de actividades religiosas se realiza en la sede histórica, turística y antropológica de la Ciudad Salvaleón de Higüey, donde fervientes devotos y fieles seguidores del cristianismo y de la fe mariana se postran ante los inexplicables milagros virginales solicitados en la Basílica Menor Nuestra Señora La Altagracia. Es la madre de Jesús, la madre espiritual, llena de gracia, la elegida, la servidora del señor que ayudó a Dios en su plan de sacrificio y salvación del mundo pecador. La Virgen Nuestra Señora de la “Altagracia” que es la “Madre de Dios”, una mujer normal y corriente que había asumido el papel protagónico más exigente de la historia. Ella siempre es: “Bendita entre todas las mujeres”, al igual que el dulce fruto de su vientre divino y descomunal: Jesús. Para los dominicanos, en especial, los higüeyanos; sería difícil frenar la abnegada y vehemente admiración hacia ella. Sin duda alguna, si a alguien se debe veneración es a María o Virgencita de la Altagracia; “Tatica o la Chiquitica” de Higüey. Su camino de iluminación se simboliza con la vela como testimonio de la oración que lleva las plegarias hacia arriba, y seguirá encendida después de la salida de los peregrinos del santuario.
Cómo se inició la advocación mariana
En efecto, el origen de la advocación mariana representada en el legendario cuadro que llamamos “La Virgen de la Altagracia” es una demostración de que se origina en la cueva en las afueras de Belén, donde milagrosamente Jesús acababa de nacer. Se aprecia la “esperanza de los años” adorada por su joven madre.
Poblado religioso adopta tradición
Higüey, en sus inicios solo tenía pocos ranchos o casas de madera de tabla costanera, techadas de cana natural. Algunas de sus tímidas calles polvorientas y un inquieto párroco que se preocupaba de las necesidades religiosas en la localidad.
En ese entonces, se recibían predicadores desde Santo Domingo, que eran costeados con las ínfimas limosnas donadas por los piadosos que asistían.
La limosna era un toro o una primicia de la cosecha agrícola, se extendía más la entrega de toretes a la iglesia que luego eran rematados, como hasta en la actualidad.
La tradición de la advocación mariana es un símbolo de gratitud, por medio de la donación u ofrendas de animales o “Los Toros de la Virgen”, que después de vendidos o subastados recaban los fondos que a su vez, son destinados a cubrir prioridades sociales atendidas por la Iglesia católica.
Una mujer vestida de sol
Es comparada con la Bandera y el Pabellón Tricolor, por dar al pueblo protección en cada una de sus gestas y bendecir a los devotos combatientes que alzaban plegarias en plena acción bélica. Es considerada como el máximo ícono protector en cada momento histórico de envergadura para la defensa de la soberanía nacional.
“‘Besar a Tatica’ cada 21 de enero en Higüey”
Cuando el peregrino visita el municipio Higüey, debe hacer dos cosas esenciales: Lo primero es subir atrás del Altar Mayor de la Basílica, para saludar a Nuestra Señora de Altagracia. La gente la llama “Tatica, la de Higüey”. La forma sencilla de saludar entre los dominicanos es el beso. Así es el “beso a Tatica”. Esperar tranquilamente por horas en una fila compartiendo cuentos o anécdotas con el prójimo; es parte de las situaciones que la gente acepta para conectar y besar a La Altagracia. Algunos pasan sus manos sobre la vitrina que protege el cuadro, y a seguidas se santiguan. Otros levantan una vela ya encendida, y piden un favor. Casi todos rezan un “Ave María” pidiéndole a su Hijo Jesús que interceda a favor de ellos, sus metas y sus familias.
Se recomienda
Pasar por el área de la librería de la Basílica para adquirir distintos ejemplares de historia y narrativa de la fe católica que abordan desde la base del catecismo, el bautismo, la comunión y confirmación; a su vez, comprar una biblia, libros de cánticos y rosarios al Divino Niño, leer el credo, ‘una salve o un ave María’. Además, de estampas, crucifijos y diversos artículos religiosos que afianza la fe en el catolicismo.
Las promesas/exvotos
Las promesas son parte esencial de la devoción y la confianza en los favores de María, en bien de esas causas.Los exvotos son figuras depositadas en agradecimiento y pueden ser fabricados con oro, diamante, granito, mármol, oro, plata, ferroniquel, cuarzo yeso y porcelana. Es efigie de fe.
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