La Tierra conmemora otro día en pandemia y entre clamor por proteger los ríos de la RD

Este 22 de abril es el Día Internacional de la Madre Tierra, declarado por la ONU

Este 22 de abril se conmemora el Día Internacional de la Madre Tierra. Aunque el planeta no puede hablar para expresar cómo se siente en la fecha -que por segundo año consecutivo coincide con una pandemia-, estudios y activistas sirven de portavoces para identificar el cambio climático, la biodiversidad, los recursos hídricos y la contaminación como las emergencias a priorizar.

Mientras hay una atención generalizada a la pandemia y sus consecuencias, en la República Dominicana la Academia de Ciencias pone la mira en los recursos hídricos del país.

“República Dominicana es una isla o por lo menos la parte oriental de una isla”, dice el vicepresidente de la Academia, el ecologista Eleuterio Martínez. “Las islas son los ecosistemas más frágiles que tiene el planeta, porque hay espacios continentales. En Venezuela, no importa lo que pueda pasar allá, porque sus aguas le llegan de Colombia o de Los Andes y de otros países”.

Las aguas que necesita la población en la República Dominicana se producen en su propia geografía. “De ahí la necesidad de que le prestemos más atención a los recursos hídricos que tenemos en el país que a cualquier otra cosa”, enfatiza Martínez.

Por eso menciona con preocupación la extracción de arena de los cauces de los ríos. “Es casi un dolor de cabeza permanente”, dice. “El Ministerio de Medio ambiente no ha podido realmente tener una gobernanza sobre la conservación del cauce de los ríos, y por eso es que las granceras no tienen régimen, nadie las controla”.

Martínez cita como ejemplo la destrucción del río Nizao a causa de la extracción descontrolada de arena en su cauce. “Hay normas internas en el Ministerio de Medio Ambiente que ordenan sacar las granceras del cauce de los ríos”, recuerda.

“Son muchas las reflexiones, las preocupaciones que tiene la Academia de Ciencias ahora mismo con respecto al Día de la Tierra. Quisiéramos estar más tranquilos”, confiesa.

Se estima en alrededor de 6 billones de dólares al año el costo que a nivel mundial tienen las políticas que subsidian actividades que dañan la naturaleza, según el Informe Dagupta, publicado en febrero de este 2021.

Aunque aún no se ha establecido el origen del virus que genera el COVID-19, el 70 % de las enfer- medades infecciosas emergentes se originan en la vida silvestre, destaca el II Informe del Observatorio de Desarrollo Sostenible y Cambio Climático para Iberoamérica: Innovación para el desarrollo sostenible en Iberoamérica 2021.

“COVID-19 es un claro recordatorio de cómo ignorar los riesgos biofísicos puede tener efectos catastróficos para la salud y la economía a escala mundial. Si los esfuerzos de recuperación no abordan las emergencias planetarias que se avecinan (cambio climático y pérdida de la biodiversidad), se perderá irreversiblemente una ventana crítica de oportunidad para evitar su peor impacto”, agrega el informe.

El 21 de diciembre de 2021, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la resolución “Armonía con la naturaleza”, en la que reconoce “que el bienestar de la humanidad depende de la salud y la integridad de la naturaleza”.

Exhorta también “a la comunidad internacional a que considere la recuperación tras la COVID-19 una oportunidad única de reconstruir para mejorar en aras de lograr unas economías y sociedades más sostenibles e inclusivas en armonía con la naturaleza”.

Mediante una resolución adoptada en 2009, la Asamblea General designó el 22 de abril como el Día Internacional de la Madre Tierra.

Ya desde 1970, cuando la protección del medioambiente no era una prioridad en la agenda política, se venía hablando de la necesidad de crear conciencia sobre la relación entre los humanos, otros seres vivos y el planeta.

El ecologista Martínez menciona la preocupación de la Academia de Ciencias porque en el Congreso se aprueben leyes que modifiquen áreas protegidas. Cita el proyecto que sometió –y recién anunció que lo retirará- el senador de Hato Mayor Cristóbal Castillo, para modificar los límites territoriales del Parque Nacional Los Haitises.

También, la Academia rechaza otro proyecto para el Parque Nacional Nalga de Maco donde el sector minero está interesado en explotar oro, y otro que afectaría la Loma Diego de Ocampo para beneficiar a un sector privado. Asimismo, se opone a la construcción de una presa de cola en la cabecera del Ozama.

“A la Academia de Ciencias le preocupa que en el Día de la Tierra todavía nosotros, a 20 años de distancia, no tengamos una ley de aguas que nos garantice la seguridad hídrica nacional”, agregó.

Jefa de Redacción de Diario Libre. Anteriormente, editora de Economía desde 2021. Se ha especializado en periodismo de investigación, multimedia y de datos, y ha sido docente de periodismo. Ganadora de una Mención Honorífica en el Premio a la Excelencia Periodística de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), entre otros reconocimientos.