Tomás Bobadilla: Un experimentado político y burócrata

Era abogado, político y escritor. Poseía gran experiencia como burócrata, pues desempeñó importantes cargos públicos en tiempos coloniales y bajo la dominación haitiana.

Tras la proclamación de la independencia se convirtió en un efímero gobernante de la República Dominicana, pues encabezó la Junta Central Gubernativa que rigió los destinos nacionales en esa etapa.

Nacido en Neiba el 30 de marzo de 1785, era hijo de Vicente Bobadilla Amaral y de Gregoria Justina Briones Pérez de Bobadilla.

Cuando alcanzó la mayoría de edad (25 años de edad en la época), Bobadilla Briones obtuvo su certificación de “Limpieza de sangre”, debido a que todos sus abuelos paternos y bisabuelos maternos habían nacido en Europa, por lo que pudo desempeñar cargos públicos solo reservados a peninsulares en la administración colonial.

Fue atraído por los trinitarios para sumarse a las filas de quienes luchaban por la independencia y convenció a muchas personas para que se adhirieran al movimiento.

Bobadilla Briones estuvo presente la histórica noche del 27 de febrero de 1844, cuando fue proclamada la independencia nacional en la Puerta del Conde y estuvo al frente de la junta gubernativa formada tras la capitulación de los haitianos.

Según escribió Ramón Lugo Lovatón en Sentencias Penales de la Época Haitiana de 1922 a 1831, dos personajes manejaron con implacable eficacia la administración de la justicia durante los primeros años de la dominación haitiana: Jérôme Maximilien Borgella, general y comandante del Departamento de Santo Domingo, y Tomás Bobadilla Briones, comisario del gobierno ante el Tribunal Civil de Santo Domingo, de origen canario.

El autor definió a Bobadilla como un hombre “sereno, calculador, astuto y servidor incondicional de gobiernos extranjeros”.

De acuerdo con Lugo Lovatón, “ellos constituyeron la singular pareja que sumó fuerza y sabiduría para proteger la política boyerista en la parte española”.

Sin embargo, Bobadilla se unió a la lucha separatista y se le atribuye haber redactado el manifesto del 16 de enero del 1844, que resume los ultrajes sufridos por los habitantes de la parte española y menciona el controversial intento de imponer el uso del idioma francés.

En la declaración fueron expuestos, de manera clara y contundente, los inaplazables motivos que había para destrozar las cadenas con las cuales Haití subyugó a los dominicanos durante dos décadas.

Además, existen testimonios que dan cuenta de que Bobadilla participó activamente en las gestiones que se hicieron para que finalmente salieran las tropas haitianas del territorio oriental el 29 de febrero, un día después de la declaración de la separación.

Debido a su interés en que se anexara la franja dominicana a Francia, bajo un protectorado, Bobadilla fue depuesto el 9 de junio de 1844 por un golpe de Estado ejecutado por los patriotas encabezados por Francisco del Rosario Sánchez y Matías Ramón Mella. Pero Pedro Santana produjo un contragolpe y se encumbró como presidente.

Bobadilla y Santana se enemistaron y el bucrócrata debió exiliarse. En el 1849 retornó al país, volvió a ganarse el favor del presidente y desempeñó importantes cargos público. l