Estiman más de la mitad de la población dominicana vive en 20 municipios del país

Las proyecciones estadísticas apuntan a que el 66.7 % de la población dominicana reside en 20 de los más de 150 municipios del país, una concentración que se atribuye a variables como el acceso a servicios, a vías de comunicación y a mercados, inclusive al clima.

En tanto que, según  mediciones, 102 de 386 entidades subnacionales son clasificadas como territorio en transición hacia lo urbano, donde figuran localidades con suelos cultivables de alta productividad, como es el caso de La Vega. 

Estos detalles los señala el Viceministerio de Análisis Económico y Social del Ministerio de Economía en el reciente informe “Panorama sociodemográfico de República Dominicana: un análisis a nivel territorial”.

Sólo la provincia Independencia es la única con un grado de urbanización nulo. Es decir, para el 2020 el 0 % de su población vivía en localidades superiores a 20,000 habitantes o predominantemente urbanas.

Las más hacinadas

Pedernales (35.3 %) y La Altagracia (32.5 %) son las dos provincias que el documento identifica como las que registran los mayores porcentajes de hacinamiento. En contraposición están Sánchez Ramírez (11.2 %), Hermanas Mirabal (12.0 %) y María Trinidad Sánchez (12.1 %). 

• El grado de hacinamiento es la razón entre el número de personas y la cantidad de dormitorios en un hogar. 

Entre 2010 y 2021, cerca del 70 % de las provincias registraron reducciones en el porcentaje de hacinamiento, destacándose Independencia, La Altagracia y El Seibo. En cambio, La Vega, Santiago Rodríguez, Montecristi y Puerto Plata registraron los mayores incrementos.

Caso de La Altagracia

Sobre la provincia La Altagracia, el estudio resalta que exhibe la mayor participación laboral en el sector turístico y el más alto nivel de ocupación del país, lo que la convierte en la más atractiva para la migración nacional. Pero se ubica entre los 10 peores desempeños en el acceso a servicios públicos y alto déficit habitacional. 

En el documento se sugiere que las políticas de apoyo al sector turístico procuren que las comunidades anfitrionas sean beneficiadas de esa prosperidad.