Varios miembros de la Organización Mundial del Comercio cuestionan la política proteccionista de Trump

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump. (EFE/MICHAEL REYNOLDS)

GINEBRA. Varios miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC) cuestionaron hoy los planes del presidente de EE.UU., Donald Trump, de dar prioridad a productos locales bajo la orden ejecutiva con tintes proteccionistas “Compra estadounidense y contrata a estadounidenses” de abril pasado.

La Unión Europea (UE), Japón, Canadá, Hong Kong, China, Corea del Sur, Suiza, Noruega, Israel, Singapur y Taiwán cuestionaron esta política de la Administración Trump en una reunión del Comité de Contratación Pública, indicaron fuentes especializadas en comercio en Ginebra.

Instaron a Washington a cumplir el Acuerdo sobre Contratación Pública (ACP), firmado en la ciudad marroquí de Marraquech en abril de 1994, así como el pacto fundacional de la OMC, cuyo principio fundamental es la no discriminación, según las mismas fuentes. Este asunto fue incluido en la agenda a petición de la UE, que señaló en la reunión que hay buenos motivos para apoyar una apertura de mercado recíproca en la contratación pública.

Subrayó que, incluso en el proceso de consulta pública que tiene lugar ahora en Estados Unidos, sectores como el de la tecnología para la defensa o de telecomunicaciones han advertido de los efectos negativos de una política que pretende “maximizar” las preferencias de productos locales en licitaciones o acuerdos comerciales.

Uno de los componentes de la orden ejecutiva firmada por Trump el 18 de abril es promover el uso de productos estadounidenses en los contratos para proyectos financiados por el Gobierno federal.

Varias leyes estadounidenses obligan a la adquisición de productos fabricados en el país para ese tipo de proyectos con fondos federales, pero hay ciertos “vacíos legales” y acuerdos incluidos en tratados comerciales bilaterales que permiten esquivar esa normativa, conocida como “Compra estadounidense”.

La orden ejecutiva exige a todas las agencias del Gobierno que hagan “revisiones integrales decididas a castigar cualquier debilidad” en la supervisión o aplicación de esa normativa y a “eliminar los vacíos legales” que la perjudican, según la Casa

Blanca.

El otro componente de la orden ejecutiva de Trump es revisar el sistema de visados para evitar que pueda beneficiar a trabajadores extranjeros por encima de los estadounidenses.

La UE argumentó en la OMC que unas políticas más restrictivas por parte de Estados Unidos solo conllevarían mayores costes y retrasos adicionales sin ningún beneficio neto en términos de creación de empleo, de acuerdo con las fuentes.

La medida también puede generar costes adicionales a empresas estadounidenses y constituir para ellas una desventaja a nivel mundial, al perjudicar las cadenas de suministro transfronterizas. Por ello, la UE confió en que el informe que la Secretaría de Comercio de EE.UU. entregará hasta el 24 de noviembre al presidente

Trump reconozca los beneficios que han generado para la apertura del mercado el ACP y otros acuerdos.

Los otros miembros de la OMC también dijeron que estaban preocupados por los planes de Trump y que vigilaban de cerca la situación, manifestaron las fuentes.

Estados Unidos respondió que la orden ejecutiva de abril establece que nada en la medida debe ser interpretado de manera que distorsione derechos u obligaciones ya existentes bajo acuerdos internacionales, según las fuentes comerciales en Ginebra.

Washington adelantó que el documento a Trump “recomendará reforzar la implementación de las leyes ‘Compra estadounidense’”, pero que en su elaboración tendrá en cuenta todos los comentarios recibidos.

Por otra parte, el Comité reunido en Ginebra dio la bienvenida a Brasil y Afganistán como observadores del ACP.