Modifican diseño de Puerto de cruceros en Cabo Rojo para no afectar arrecife

Empresa concesionaria de la obra presenta tercer diseño, luego de llegar a consenso

Ambientalistas reaccionan a nueva propuesta para el proyecto

Muelle Cabo Rojo. (Marvin del Cid)

Ejecutivos de la empresa ITM Group presentarán una modificación de su diseño para la construcción de Puerto Cabo Rojo en Pedernales al Ministerio de Medio Ambiente con la que esperan poder recibir el permiso para ejecutar la obra.

La vicepresidenta de la compañía mexicana a cargo de construir el puerto, Mariana Perrillat, informó que llegó a un consenso para presentar una nueva propuesta, más conservadora del medio ambiente y productiva para la comunidad. Se trata de una reubicación de los puntos de atracción para que converjan en un solo espigón al sur del cabo.

Precisó que el presupuesto inicial para la construcción del puerto se aumentó en un 20 %, debido al proceso de modificación de los planos, lo que incluyó la contratación de expertos en diferentes áreas, así como un equipo especializado para evaluar visiblemente la zona.

El muelle para 4 naves

La estrategia de construcción actual disminuyendo de dos a un solo espigón o muelle de 670 metros donde atracarán las embarcaciones y con el cual, no solo se contempla cuidar el ecosistema marino y terrestre, sino que se pueden recibir cuatro embarcaciones de 8,000 pasajeros al mismo tiempo, detalló el equipo de estrategia de la empresa constructora.

Los ejecutivos de ITM aseguraron que, con las características del nuevo plano, se evidencia la disminución de 13 pilotos y con ella, se prevé un canal de navegación alejado del arrecife con una profundidad de atraque de 9,5 metros.

El hecho de que se reduzca en un solo espigón la actividad marina que se desarrollará en la zona, reducirá también las labores de limpieza y ahondamiento del espacio marino que incluye movilizar rocas y objetos arrastrados por las aguas del mar. “El dragado se reducirá en más de un 88 %”, según cálculos expuestos por Perrillat.

El muelle se construiría al sur del cabo, lo que reduciría en un 95 % el impacto en el arrecife, revelaría el reconocimiento visual del medio acuático. En la zona de trazo del espigón se encuentra arena, pastos marinos, pequeñas esponjas, estrellas de mar, erizos y caracoles que serán reubicadas, informado el biólogo marino y experto técnico de la empresa, Alonso Reyes. 

Reyes precisó que, conforme a lo establecido por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, ejecutarán un procedimiento de reubicación de especies marinas que se reprodujeron en escombros de la antigua actividad minera desarrollada en la zona y en artefactos que se encuentran incrustados en la arena como gomas, estructuras metálicas, entre otros objetos.

La reubicación contará con un equipo de seguimiento para constatar que el proceso de traslado sea eficiente y que permanezcan en las condiciones del hábitat, requerido para la convivencia de las especies que se han reproducido en las superficies removibles.

El nuevo enfoque surge, luego de varios encuentros con representantes de las comunidades de Cabo Rojo, Ministerio de Medio Ambiente y ambientalistas conocedores del proyecto y de la zona natural a intervenir, diálogos que trajeron lograr algunos enfrentamientos y disgustos.

La vicepresidenta del grupo constructor tiene limitaciones que, como empresa concesionaria, se limitan a realizar los trabajos en el lugar asignado por el Estado. “Si hay otro espacio donde se pueda construir el muelle, nosotros lo desconocemos”, dijo en rueda de prensa convocada para presentar la modificación del diseño del puerto de cruceros. 

Ambientalistas reaccionan 

“Preliminarmente es algo bueno” o “el problema es el lugar” fueron algunas de las frases empleadas por ambientalistas tras la presentación de un nuevo diseño para el proyecto del muelle en Cabo Rojo. Sobre la iniciativa fue consultado Rubén Torres, de Reef Check, uno de los ambientalistas que informó sobre la presencia de un gran arrecife de coral en la zona contemplada para el proyecto.

El biólogo marino dijo a Diario Libre que no había visto aún el nuevo diseño propuesto por el grupo mexicano, sin embargo, entiende que “preliminarmente es algo bueno". Si, no es un impacto directo ahora, como se tenía pensado antes con ese espigón justo encima del arrecife. Sin embargo, indicó que la última palabra la tendrán las autoridades cuando sea presentada la iniciativa.

La posición de Torres es contraria a lo expresado por Yolanda León, quien insiste en que el problema del proyecto es el lugar destinado. “Nos decepciona que mantengan el lugar”, manifestó la presidenta del Grupo Jaragua, quien, al igual que Torres, aún no tiene mayores detalles sobre el nuevo diseño.  

Yolanda León, de Grupo Jaragua. Por (Dania Acevedo)
Participante en vista pública sobre proyecto Cabo Rojo. Por (Dania Acevedo)

“Seguir manteniendo ese sitio con un diseño que es muy poco probable dada la profundidad que hay ahí no me parece factible”, destacó León, a la vez que señaló que el espacio escogido para la iniciativa es “vulnerable y elimina un atractivo turístico de Pedernales para el uso de todos”.

Los ambientalistas información que para este martes se prevé un encuentro con la empresa, en la que se les producirá el nuevo diseño.

El proyecto actual tendrá la capacidad de atraer cuatro embarcaciones de manera simultánea, en las que arribarán más de un millón de turistas al año con un gasto promedio de entre 80 y 100 dólares por pasajero.

El grupo mexicano ITM, con el apoyo del Fideicomiso Pro-Pedernales, presentó la modificación del diseño a miembros de la prensa, a quienes explicaron que el costo de inversión se descompuso en 20 %, debido a los estudios de impacto medioambiental y al proceso de diálogo y valoración de la obra.

Periodista dominicana especializada en economía y finanzas, egresada de la Universidad Dominicana O&M.

    Egresada de la UASD de la carrera de Comunicación Social, mención Periodismo. Ha participado como colaboradora en programas radiales y como periodista en El Nuevo Diario y Diario Libre.