Punta Catalina, una mega construcción que avanza en contra viento

La chimenea de las plantas se alza en 160 metros, la más alta en el país. (Pedro Bazil)

Baní. Los 400 mil metros cuadrados que abarca el área de construcción de la central termoeléctrica de Punta Catalina, Baní, están minados de concreto, varillas y piezas en metal que darán soporte a las generadoras y a su sistema de abastecimiento.

Una fuerza humana de alrededor de 6,000 hombres ha contribuido para hacer posible que la obra, iniciada en 2014 a un costo de unos US$1,945 millones, se termine a finales del 2018 como se ha planteado la institución ejecutora, la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE).

El proyecto, cuya construcción está adjudicada mediante concurso al consorcio Odebrecht-Tecnimont-Estrella, consta de dos generadores de 337.39 MW de capacidad neta. El primero de ellos estará listo para entrar el sistema energético nacional en febrero del 2018, pero desde noviembre de este año empezará a enviar energía de manera sincronizada y a modo de prueba. La segunda generadora estaría en prueba en mayo del 2018.

Así lo estimó el gerente senior de la CDEEE, Manuel Pérez, que junto a Enrique Román, sirvieron de guía a un grupo periodistas que recorrieron las instalaciones de las plantas el pasado jueves.

El recorrido fue parte de la cobertura a la visita que hizo la comisión especial nombrada por el Poder Ejecutivo para investigar el proceso de licitación del proyecto de la termoeléctrica, cuestionado por la supuesta sobrevaluación de la obra y porque la empresa Odebrecht admitió ante la justicia estadounidense y la dominicana que pagó US$92 millones en sobornos en el país para conseguir contratos entre 2001 y 2014, periodo que abarca la licitación de las plantas, realizada entre mayo y noviembre del 2013.

La admisión de Odebrecht sucedió a la investigación sobre corrupción político-empresarial iniciadas en Brasil, conocidas como Lava Jato, que entre otras cosas, motivaron la cancelación de un préstamo de US$656 millones que el Estado dominicano concertó con el Banco Nacional de Desenvolvimiento Económico y Social (Bandes) para las plantas, y que debió ser sustituido con la emisión de bonos US$600 millones.

Según Pérez, los trabajos están avanzados en el 72%. Destaca que ya se realizaron todas las fundaciones de la subestación que se encuentra “casi lista”. De ahí se conectarán los 674.78 megavatios que aportarán las plantas a carbón y que, según los cálculos del técnico de la CDEEE, equivale a un 30% del consumo de energía eléctrica del país en la actualidad. Dos líneas de transmisión, una de 138,000 voltios y extensión de 4 kilómetros, y la otra de 345,000 mil voltios y 44 kilómetros, transportarán la energía.

También está muy avanzado el tejido metálico que acogerá las calderas y que se alza por unos 62 metros. Se adelantó en el 80% de la fundación de concreto y varillas que darán soporte al almacén de carbón, el cual tiene una capacidad para recibir 200 mil toneladas métricas de ese material, equivalentes al consumo de las plantas por todo un mes.

Enrique Román estima que por la magnitud de la obra, el proyecto recibirá unos cinco barcos cada dos meses con cargamento del carbón mineral, por lo que el muelle, con capacidad para acoger al mismo tiempo dos embarcaciones de hasta 80 mil toneladas, estará ocioso para otras cargas que el Estado decida.

A la fecha, ya se ha concluido el puente de acceso del muelle, y se espera que toda la obra civil, avanzada en un 50%, se termine entre junio y julio de este año, conforme las estimaciones de Jorge Bayón, encargado de los trabajos en esa área.

Desde el muelle hasta el almacén, el carbón recorrerá una distancia de unos 3.5 kilómetros a través de una correa hermética para evitar contaminaciones al ambiente, ya afectado por el dragado de la playa y la construcción de un rompeolas. Los técnicos de la CDEEE destacan las prescripciones tomadas con la chimenea y aseguran que la contaminación será mínina. La mole de concreto mide 160 metros de altura, “la más alta que hay en el país”, dice Román, y dispondrá de un filtro para atrapar las partículas.

En una de las naves más grandes del lugar, que en total mide 2 millones de metros cuadrados, funciona el taller de fabricación de tuberías.

Un tema en el que hacen énfasis los técnicos de la CDEEE es la calidad y magnitud de la obra pensada para una vida útil de 30 años, pese a que la gran mayoría de los proyectos similares a nivel mundial se diseñan a 25 años, según advierten.

La mega obra, como lo definió la comisión tras recorrerla, no sólo le aportó información para el proceso de investigación que le encomendaron, sino que dejó impresionados a más de uno de sus integrantes, por su gran magnitud.

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