Pro Competencia devela abusos de monopolios dominicanos

l CND-Ambev cuenta con el 99% del mercado e impone precios excesivos l Los bancos atan el financiamiento a la compra de su póliza de seguros

Tara Isa Koslov, de FTC, (derecha); y Michelle Cohén, de Pro Competencia (izquierda).

SANTO DOMINGO. En su Programa de Gobierno correspondiente al periodo 2012-2016, que ayer concluyó, dando inicio a su segundo mandato constitucional, el presidente Danilo Medina prometió “fortalecer la recién creada Comisión Pro Competencia, para impulsar el funcionamiento eficiente de los mercados y eliminar distorsiones y evitar abusos de posición dominante”.

Pero los intentos para fortalecer institucionalmente a esa entidad se han estancado en la Comisión Permanente de Industria, Comercio y Zonas Francas del Senado, que encabeza el legislador Charles Noel Mariotti Tapia, donde, desde 2013 han quedado atascadas dos planchas para completar el consejo directivo de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) y para elegir a la persona que funja como director ejecutivo.

En su Programa de Gobierno correspondiente a su segundo mandato (2016-2020), sobre el que tomó posesión ayer, el presidente Danilo Medina no hace referencia a la CNDC, a pesar de que la tarea quedó pendiente de realizarse.

En marzo del presente año, Rafael Blanco Canto, presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP), calificó a la Ley General de Competencia como “una herramienta indispensable para garantizar la libre competencia”. Y observó que la Comisión no ha entrado en el ejercicio de sus funciones, “pues no ha sido posible que se nombre el director ejecutivo” de la entidad, lo que es “uno de los requisitos esenciales para que entre en vigencia”.

La declaración fue en respuesta a la emitida por Alberto Navarro, embajador de la Unión Europea, que a finales de febrero del mismo año criticó a las grandes familias del país, “dueñas de los grandes negocios”, que supuestamente impiden que haya más competencia comercial en el país.

La CNDC fue creada por mandato de la Ley General de Defensa de la Competencia (No. 42-08), promulgada el 16 de enero de 2008, y sin que haya sido posible que ejerza su rol sancionador contra los abusos de dominios de mercados y, en defensa de la competencia.

Sin embargo, ha realizado un intenso esfuerzo en la abogacía de la competencia, en la capacitación de su personal, en las relaciones de cooperación con organismos homólogos internacionales, y en el desarrollo de normativas y de estudios sobre sectores de la economía, donde se perciben prácticas de abusos de dominios de mercados.

En su visita al país, en septiembre de 2014, la directora de la Oficina de Planificación de Políticas de Competencia de la Comisión Federal del Comercio de los Estados Unidos (FTC), Tara Isa Koslov, destacó la práctica de la abogacía, al proveer a los sectores vinculados de un marco legal idóneo que promueva entre los hacedores de políticas el velar por no permitir la captura de la industria. Aunque la parte sancionadora de la Ley 42-08 es muy importante, la abogacía es la mejor herramienta para consolidar los beneficios de una libre y leal competencia, precisó.

Precisamente, el jueves de la semana pasado, la presidente de la CNDC, Michelle Cohen divulgó tres estudios correspondiente a los mercados de cervezas, de seguros y de medicamentos, además de un conjunto de guías, estudios y fichas técnicas sobre la Ley No. 42-08. “Con este esfuerzo, queremos democratizar el conocimiento de la competencia económica. Que entiendan bien su importancia y alcance, el sector público y el sector privado; los legisladores y los jueces de nuestro Poder Judicial, los profesionales y los dominicanos que apenas han podido cursar algunos cursos de la Educación Básica”, declaró Cohen.

Los tres estudios sobre esos mercados describen una realidad sobre un cotidiano e ilegal abuso contra los consumidores, la economía dominicana, y valga la redundancia, contra la misma competencia, por las barreras que crean.

7,016

millones de pesos, han pagado los consumidores a CND-Ambev, por sobreprecios a los productos.