Países de la Unión Europea divididos sobre publicar información fiscal de empresas tras escándalo en Panamá

Ministros mostraron su apoyo a aumentar la transparencia fiscal

Logotipo de la oficina donde se filtraron los documentos. (Archivo.)

AMSTERDAM. Ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (UE) mostraron hoy su apoyo a aumentar la transparencia fiscal tras el escándalo de los “papeles de Panamá”, pero mostraron su división sobre la propuesta de obligar a las grandes empresas a publicar los impuestos que pagan en cada país.

En concreto, se trata de que todas las grandes compañías -europeas o no- que tienen unos ingresos de más de 750 millones de euros publiquen en sus páginas web informaciones como la cantidad de impuestos que tributaron en cada país europeo y en los paraísos fiscales, así como los beneficios que allí generaron.

A favor se mostró el holandés Jeroen Dijsselbloem, el anfitrión del Ecofin informal que el viernes abordó esta cuestión y cuya segunda jornada será destinada a tratar, entre otras cuestiones, el fraude en el IVA.

“Me gustaría ver esos datos en público, para que todo el mundo pueda ver dónde pagan impuestos las grandes compañías, como se divide (el pago de impuestos) en los países donde están activos... yo creo que tiene que ser público, pero hay que discutirlo”, dijo.

“Hay algunos que temen que pueda dañar o poner en desventaja la competitividad europea”, apuntó Dijsselbloem.

Para su homólogo francés, Michel Sapin, el “riesgo que hace aumentar el populismo es no reaccionar lo suficientemente fuerte y rápido” contra escándalos como el de las filtraciones de Panamá, que revelaron cientos de presuntos casos de evasión fiscal a través de la creación de empresas en paraísos fiscales.

“El populismo está ahí, se esconde detrás del sentimiento de injusticia, de falta de velocidad, del tratamiento favorable a algunos...”, alertó el titular francés.

En cambio, el ministro austríaco de Finanzas, Hans Jörg Schelling, abogó por aplicar primero el intercambio de información de las empresas entre las autoridades fiscales de los Estados miembros y luego ya discutir si ésta debe ser pública o no.

“Hay muchos países que consideran que se debería hacer solo a nivel de ministerios de Finanzas. Yo opino así”, afirmó.

No obstante, consideró que “en algunas circunstancias está justificado que se ofrezca a las empresas publicar” sus datos fiscales, pero no obligarlas, aunque mostró su disposición a dar su visto bueno al requisito de hacerlos públicos si la mayoría de sus socios lo desean.

En un sentido similar se pronunció su homólogo maltés, Edward Scicluna, quien señaló la preferencia de su país a que “como primer paso la información esté disponible para las autoridades fiscales, no para los ciudadanos”.

Scicluna subrayó que es necesario discutir si publicar la información supone un beneficio y recalcó que el objetivo es lograr que las compañías paguen los impuestos que deben.

No obstante, reconoció que en el caso de las grandes compañías sujetas al pago de millones de euros de impuestos que pueden estar recurriendo a mecanismos de elusión fiscal, es “una historia diferente”.

El ministro belga, Johan Van Owertveldt, señaló que es necesaria “mucha transparencia en cuestiones fiscales” y aseguró que los papeles de Panamá han hecho avanzar la lucha contra el fraude “más rápido que antes”.

No obstante, alertó de que es necesario “tener cuidado con el derecho a la privacidad y otras cuestiones relacionadas con esto”, a la vez que abogó por que en la UE el intercambio de información se organice “de un modo que sea más flexible y especialmente más rápida y sustancial”.

Dijsselbloem, ante las reticencias de sus colegas, señaló que es necesario un “cambio de mentalidad”

“Hemos estado muy ocupados compitiendo los unos contra los otros en regulación fiscal para hacerlos más atractivos, pero hemos llegado a un momento en el que hemos ido tan lejos que tenemos que decir, bueno, las grandes compañías no pagan impuestos, así que hay que revertir, trabajar juntos, asegurar que todos pagan”, concluyó.