Las empresas evaden el 61.9% del impuesto sobre la renta

Según un estudio de la DGII, entre 2007 y 2017 los montos evadidos en el ISR y el ITBIS suman 344.2 mil millones de pesos

Un informe de la DGII expone una debilidad extrema en la capacidad de recaudación de impuestos y explica porque “no resiste postergación”.

El 21 de agosto pasado, frente a los empresarios que asistían al Almuerzo de la Cámara Americana de Comercio, Magín Díaz, director de Impuestos Internos, emitió una declaración que tal vez a muchos le llevó a pensar sobre las profundas anclas que encadenan a la República Dominicana al pasado inamovible.

Y tal vez recuerden el eterno problema del servicio eléctrico que aún acogota a la sociedad. Un tema sobre el que, al buscarse en las hemerotecas polvorientas de la mente, terminan retornando los recuerdos fugados. Es así, como al leerse en una primera página amarillenta de un periódico del pasado, sobre que “los apagones azotan”.

Pero el titular de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) no se refería a los apagones, sino a otro tema igual de inamovible, e igual de dañino para la economía nacional y para el bienestar de la ciudadanía. Pero que tiene que ver con el Código Tributario.

El funcionario sostuvo que “el sistema tributario no resiste postergación de una reforma que actualice el Código Tributario, vigente hace más de 25 años, muy rezagado con relación a lo que son la economía y la sociedad de hoy”. Y para esa tarea pidió que se asuma un compromiso “bajo consenso, con determinación, espíritu de equidad y sin populismo político ni populismo corporativo”.

Los números revelan que no es para menos. Un informe de la DGII expone una debilidad extrema en la capacidad de recaudación de impuestos y explica porque “no resiste postergación”.

Aunque fue terminado en octubre de 2018, en la página web de la DGII tiene por fecha de publicación el 24 de junio del 2019.

El informe, titulado “Estimación del Incumplimiento Tributario en la República Dominicana”, revela que la tasa de incumplimiento estimado del impuesto sobre la renta por parte de las personas jurídicas (empresas e instituciones) era de 61.9%, para el año 2017.

Mientras que para el caso de las personas físicas (trabajadores, empresarios informales) la tasa de incumplimiento era de 57.1%.

Y explica que con relación a 2007, o 10 años atrás, la tasa de incumplimiento (llámese evasión), en el caso de las empresas, aumentó en 5.5 puntos porcentuales. Mientras que en el caso de las personas físicas se redujo en 2.9 puntos porcentuales.

Sobre el impuesto a la transferencia de bienes industrializados y servicios tampoco los números parecen satisfactorios. En 2017, la tasa de evasión del ITBIS fue de 43.58%, lo que comparado con 2007 representó un incremento de 11.91 puntos porcentuales.

En términos generales, y con algunas fluctuaciones anuales, durante esos 10 años, la recaudación del impuesto sobre la renta de las personas jurídicas y del ITBIS fue para peor. Mientras que en el caso del ISR para personas físicas, que son sujetas a agentes de retención, ha mejorado, pero no lo suficiente.

En términos absolutos, la evasión en el pago de esos impuestos representó el 9.43% del PIB del 2017. En dinero constante y sonantes, significó 344.2 mil millones de pesos dejado de recibir por el fisco.

Es dinero suficiente y de sobra para que, en términos del gasto funcional, se le pueda entregar al sector salud el 5% del PIB y salvarles la vida a una incontable cantidad de los dominicanos que recurren a los hospitales públicos. Y aún sobra mucho dinero para cubrir una larga lista de necesidades sociales.

En temas tributarios, un apagón del sentido común.