México advierte sobre el impacto global del colapso del TLCAN
El colapso potencial del bloque económico del TLCAN podría tener un enorme impacto global, advirtieron funcionarios mexicanos, conforme se preparaban para recurrir a las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) debido a temores de que Washington podría deshacer el organismo de comercio global.
“Espero que el mundo entienda que lo que suceda con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) va a tener un gran impacto sobre el resto del mundo”, aseveró Ildefonso Guajardo, el ministro de Economía del gobierno mexicano en una entrevista con el Financial Times.
“Nuestra afiliación con la OMC es nuestra red de seguridad”, afirmó el Sr. Guajardo, quien tiene dudas de que EEUU respete las reglas de la OMC, una movida que sería enormemente desestabilizante para el comercio global. “Según sus declaraciones públicas, EEUU no está muy convencido de los beneficios del multilateralismo”, añadió.
“Es una importante llamada a la acción para el resto del mundo; esta situación va más allá de una disputa entre vecinos”, dijo Agustín Carstens, gobernador del Banco de México.
Donald Trump, el presidente estadounidense ha asumido su cargo con una política de “EEUU primero”, la cual ya ha resultado en su retirada del tratado de 12 países de la cuenca del Pacífico negociado por su predecesor, Barack Obama, y en declaraciones de frustración en contra de los grandes déficits comerciales bilaterales que tiene EEUU con países como Alemania, México y China.
El hecho de que EEUU esté contemplando usar a su tercer socio comercial más importante para colapsar el orden comercial internacional es una señal de cómo se han empeorado las relaciones bilaterales desde que asumió la presidencia el Sr. Trump.
En las últimas dos semanas hemos visto altas y bajas en los esfuerzos por iniciar la reevaluación de una relación comercial que vale US$580 mil millones al año, que a la vez ha anclado la cooperación en materia de seguridad entre las dos naciones.
Enrique Peña Nieto, el presidente de México, canceló una cumbre programada con EEUU después de que el Sr. Trump insistió en que México pagaría el costo de construir el muro fronterizo. Una llamada telefónica conciliadora el día siguiente se convirtió en una farsa después de que los informes noticiosos citaron al Sr. Trump afirmando que enviaría a la fuerza militar estadounidense para controlar a los “bad hombres” y a los cárteles de narcotraficantes de México, aseverando que el ejército mexicano estaba “atemorizado”. Ambos gobiernos han negado que el Sr. Trump utilizó dichos términos.
Andrés Manuel López Obrador, un político populista de izquierda que lleva la delantera en las encuestas de la elección presidencial del próximo año, dijo que el Sr. Trump ha tratado a México “como basura”, si los informes eran ciertos. Otros están de acuerdo. Muchos mexicanos han cambiado su imagen en el perfil de Facebook a una bandera mexicana en medio de una creciente oleada de orgullo nacional.
Hasta políticos con posturas moderadas, como el ex presidente Ernesto Zedillo, un profesor de economía de la Universidad de Yale, ha declarado que es “una pérdida de tiempo” participar en “este juego de revisar el TLCAN con la administración Trump”. Él describe al TLCAN como una de “muchas herramientas para alcanzar las metas de desarrollo y crecimiento económico”. Pero hasta el momento, no pasa un solo día sin que el Sr. Peña Nieto invoque los beneficios del tratado comercial, conforme el Sr. Guajardo insiste en que, “eso no significa que sacrificaremos todo para convencer a EEUU que permanezca como parte del acuerdo”.
La posibilidad real de que el TLCAN podría deshacerse ha enfocado una relación de 23 años que ha sido dada por sentada durante mucho tiempo por ambas partes. Las compañías agrícolas, que exportan más de US$39 mil millones bajo el TLCAN, le han escrito al Sr. Trump para expresar sus preocupaciones. Los analistas de seguridad han señalado que México podría rescindir su cooperación con las agencias de inteligencia estadounidenses si el gobierno se siente demasiado presionado.
Sin embargo, a diferencia del veto de viaje de siete países de mayoría musulmana del Sr. Trump, que inmediatamente provocó una fuerte reacción de compañías estadounidenses y países alrededor del mundo, ninguna de las empresas importantes ha defendido a México de la misma manera. Las compañías de EEUU, que han invertido más de US$100 mil millones en México, están “balanceando múltiples intereses: la reforma tributaria del Sr. Trump, sus planes de infraestructura y el libre comercio”, añadió el Sr. Guajardo. “Tienen muchos grandes temas que abordar. Necesitan medir sus respuestas”.
Se espera que la Casa Blanca pronto le dará al Congreso el requerido aviso de 90 días para iniciar negociaciones con Canadá y México, ya que quiere comenzar las pláticas del TLCAN en mayo.
Mientras tanto, México está preparando tratados bilaterales con Brasil, Argentina, Australia y Nueva Zelanda, y el gobierno dice que Singapur y Malasia son prioridades. México ya tiene acuerdos de libre comercio con 45 países, el mayor número de acuerdos en el mundo.
La crisis con respecto a NAFTA está forzando a México a enfrentar serias realidades como el estancamiento del crecimiento, de los salarios y de la productividad, junto con la corrupción y la impunidad legal. “Esto incrementa la urgencia por estimular la productividad y competitividad de México. Las reformas estructurales son muy importantes”, dijo el Sr. Carstens.
Aunque existen pruebas anecdóticas de que la incertidumbre comercial está reduciendo la inversión, el Sr. Carstens tiene confianza de que México puede superar la volatilidad. Después de todo, tiene muchos años de práctica. En 1994, el año en el que se inició el TLCAN, una devaluación masiva provocó una crisis bancaria y de endeudamiento, años luz de distancia de la realidad actual tomando en cuenta las reservas de más US$175 mil millones del banco central y la línea de crédito de US$80 mil millones del Fondo Monetario Internacional a la que tiene acceso.
“No estoy diciendo que esto no sea complicado, pero sí creo que tenemos la habilidad de sobrepasar los tiempos difíciles”, dijo el Sr. Carstens. “El problema es que no sabemos con certeza cuánto tiempo durará esta incertidumbre”.