Ataque de Trump contra la OMC genera reacciones negativas entre los miembros

Argentina y otros países emiten un llamado para fortalecer el sistema de comercio

Donald Trump, presidente de EEUU, ha desatado polémicas entre algunos mandatarios latinoamericanos por su postura respecto a la OMC. (Getty images)

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El ataque de Donald Trump contra la Organización Mundial del Comercio ha provocado una fuerte reacción por parte de los miembros mientras los ministros del organismo de 164 miembros se reúnen para su reunión bienal.

En la ceremonia de apertura del domingo en Buenos Aires, el presidente argentino, Mauricio Macri, se unió a otros países latinoamericanos — incluyendo a Brasil y Uruguay — para lanzar un llamado a fortalecer en lugar de debilitar el sistema multilateral de comercio.

“Los problemas de la OMC sólo pueden resolverse con más OMC y no menos OMC”, dijo el Sr. Macri, criticando a quienes persiguen la “primacía del interés nacional” en una referencia poco velada a la promesa del Sr. Trump de perseguir una política exterior de “EEUU Primero”.

El Sr. Macri se hizo eco de los sentimientos expresados por funcionarios de la UE y China en los últimos días, subrayando el creciente abismo entre Washington y otros miembros de la OMC por los ataques del presidente estadounidense hacia la institución y los esfuerzos por reescribir las relaciones comerciales internacionales.

El Sr. Trump ha acusado en repetidas ocasiones en los meses anteriores a la OMC y a su división de disputas de sesgo contra EEUU, el país que ayudó a fundar el organismo en la década de 1990. Su administración también está bloqueando el nombramiento de nuevos jueces para que formen parte del órgano de apelación de siete miembros de la OMC.

Esta movida se ha visto como un intento de obstaculizar un sistema que depende de un árbitro neutral para las disputas transnacionales, lo cual ha ayudado a evitar el estallido de guerras comerciales en las últimas décadas.

El plazo de otro juez debe finalizar en los próximos días, lo que significa que el cuerpo de apelación, que utiliza paneles de tres personas para escuchar casos, se reducirá a cuatro miembros. Esa cifra disminuirá a sólo uno en septiembre si EEUU continúa bloqueando los nombramientos.

En un breve comunicado enviado en vísperas de la reunión de esta semana, la oficina del jefe comercial del Sr. Trump, Robert Lighthizer, dijo que utilizaría la reunión para “defender los intereses económicos y comerciales de EEUU, incluyendo la reforma institucional de la OMC”. También se espera que abandone la reunión ministerial un día antes de lo esperado.

Las medidas se producen después de que los intentos de negociar una declaración ministerial fueran abandonados el mes pasado cuando EEUU insistió en desterrar un lenguaje de larga data que ratificaba el papel del sistema multilateral en la economía global. EEUU, de acuerdo con funcionarios de otros países involucrados en las discusiones, también presionó para que se incluyera un lenguaje que prohibiera que el organismo de apelación de la OMC violara la “soberanía” de los miembros.

Una portavoz del Sr. Lighthizer se negó a comentar al respecto. Pero funcionarios cercanos a las discusiones dijeron que la UE y varios otros países habían decidido abandonar los esfuerzos para crear una declaración ministerial porque se consideraba que las demandas estadounidenses cruzaban las líneas rojas.

Algunos funcionarios esperan que los anfitriones argentinos emitan su propia declaración presidencial al final de la reunión. También se esperan acuerdos menores sobre pesca y, posiblemente, discusiones sobre nuevas reglas para el comercio electrónico.

Pero las principales preocupaciones de la reunión de esta semana en Buenos Aires son preguntas sistémicas sobre qué papel quiere desempeñar EEUU ahora y si China, la UE u otros están listos para llenar el vacío.

EEUU no ha detallado su estrategia, aunque tanto el Sr. Trump como el Sr. Lighthizer han atacado reiteradamente a la OMC en sus discursos.

En una visita a Argentina la semana pasada, Madeleine Albright, la ex secretaria de Estado de EEUU, dijo que eso encaja con la inclinación de la administración Trump por provocar inseguridad en muchos aspectos.

“La pregunta sobre el papel internacional de EEUU — ya sea que avancemos o retrocedamos — sigue siendo una interrogante con esta administración”, le dijo al Financial Times. “No entiendo cuál es su estrategia con respecto a Latinoamérica ni a ningún otro lugar. Simplemente no lo sabemos”.