Espacios institucionales
Los celos no sólo tienen motivaciones sentimentales. Los hay de otros tipos también, entre artistas, deportistas, políticos, escritores y hasta científicos. Y no son exclusivos de las personas físicas, pues los hay también entre instituciones, entre ellas organismos públicos con atribuciones superpuestas que defienden su "espacio" y resienten cuando otro lo invade.
Sería de esperar que conflictos como ésos sólo ocurriesen en países como el nuestro, desorganizados y propensos a ignorar lo que las leyes disponen, pero algo así está sucediendo ahora en los EE.UU., país ejemplo de institucionalidad en muchos sentidos.
El organismo regulador de los servicios financieros en Nueva York, un departamento estatal equivalente a una superintendencia, abrió una investigación sobre uno de los principales bancos ingleses, el Standard Chartered, acusándolo de violar la ley al canalizar unos 250 mil millones de dólares de fondos vinculados con Irán. Casos como ése, de alto perfil y que involucran entidades de países amigos, son habitualmente manejados con mucha discreción a nivel federal, por el banco central (FED) y la Tesorería. Ahora se hizo a nivel estatal con un gran despliegue publicitario, lo que provocó una caída de más del 25% en el valor de las acciones del banco, entre rumores de que se le impondrá una gran multa o que su licencia para operar en Nueva York podría ser revocada.
El regulador, del que se dice no informó a las autoridades federales sobre lo que iba a hacer, describió al banco como una entidad delincuente que ha conspirado con Irán durante diez años para ocultar unas 60,000 transacciones, dejando al sistema financiero "vulnerable a terroristas, traficantes de armas, capos de droga y regímenes corruptos". Es un departamento nuevo, creado en octubre del año pasado por la fusión de la regulación de los bancos y los seguros. Está aún delimitando su "espacio".