Compras de bonos
Si nuestro Banco Central decidiera salir a comprar sin límites bonos emitidos por el gobierno en manos de bancos, fondos de pensiones u otros inversionistas, es improbable que dijera que esa decisión fortalecería el peso dominicano. Esto así pues esas compras las haría emitiendo pesos, lo que aumentaría la cantidad de ellos en circulación, deprimiría su valor y disminuiría su poder adquisitivo.
El Banco Central Europeo, sin embargo, resolvió ayer comprar bonos soberanos emitidos por los gobiernos de la eurozona y presentó la decisión como un medio de preservar el euro. ¿Es que los principios económicos son diferentes allá y aquí?
Bueno, los principios no, pero la situación sí.
Tres diferencias son fundamentales. Una es que aquí las ventas de bonos son esporádicas, más bien excepcionales, pero allá los gobiernos los venden de forma habitual, recurrente. Allá se sabe cuándo los ofrecerán y cuánto serán los montos ofrecidos, pues está programado. Esa dependencia permite a los inversionistas presionar a los gobiernos a pagar más intereses más altos.
Otra es que allá no hay distinción entre moneda local y moneda de uso internacional. Las ventas son en euros, que es a la vez local y divisa de uso mundial. Aquí cuando las ventas son en dólares, el BC no tiene la opción de emitir esa moneda, pero allá el BCE sí puede emitir euros.
Y, en tercer lugar, el euro es una moneda compartida por varios países, en lugar de ser, como el peso, exclusiva de un solo país. Ese hecho permite allá a los gobiernos insolventes presionar por ayuda, bajo amenaza de que si no la reciben podrían tener que salir de la eurozona y fragmentar el euro. Vinculan, de ese modo, la insolvencia fiscal de algunos países con la supervivencia de la moneda.
El BCE comprará bonos con vencimiento entre uno y tres años, sin límites previos y sin reclamar prioridad en su cobro respecto de otros inversionistas. ¿Funcionará?