Reclutamiento forzoso

Recurrir al reclutamiento para pelear contra las fuerzas de un país mucho más pequeño es, a la vez, una muestra de debilidad y un riesgo sociopolítico

Durante la guerra de Vietnam, un gran desasosiego se apoderó de los jóvenes estadounidenses. Les preocupaba, por supuesto, que su país estuviese crecientemente involucrado en un conflicto que parecía no tener fin. Pero su inquietud más inmediata, mucho más personal, provenía de la posibilidad de ser reclutados para ser enviados allá.

El reclutamiento, o “draft” como se le conocía, se convirtió en una ominosa perspectiva que trastornó las vidas de las personas en edad para ser llamadas. Tuvieron que dejar empleos, suspender sus estudios y salir de sus hogares, apartándose de sus padres, esposas, novias y demás relacionados.

Día a día llegaban noticias de soldados heridos, fallecidos o desaparecidos. Las historias pasaban de una familia a otra, sembrando la agonía entre los familiares de quienes ya estaban combatiendo. Era una guerra en territorio extranjero, justificada por argumentos que la mayor parte de la población no consideraba válidos.

Mientras la faena estuvo a cargo de militares profesionales, enrolados en las fuerzas armadas por su propia decisión, la guerra, aunque su motivación fuese incomprendida, podía ser aceptada. Pero cuando los combatientes pasaron a ser los hijos, hermanos o nietos en contra de su voluntad, el panorama cambió radicalmente. La popularidad del presidente Johnson se desplomó, convenciéndolo de no buscar la reelección, y hasta los militares en servicio activo ayudaban a sus parientes a escapar del reclutamiento.

El desarrollo de los acontecimientos en Ucrania puede haber persuadido al presidente Putin a reclutar jóvenes y activar reservistas para combatir allá. No sabemos qué tan persuasivo sea el argumento de que van a proteger a las minorías de origen ruso de los abusos y atropellos que, alegadamente, se cometen en su contra. No hay duda, sin embargo, que recurrir al reclutamiento para pelear contra las fuerzas de un país mucho más pequeño es, a la vez, una muestra de debilidad y un apreciable riesgo sociopolítico.

Doctor en Economía de Columbia University especializado en empresas, mercados, pronósticos y riesgo.