Ex líder de la IAAF testifica en contra de su hijo en juicio
Frecuentemente no entendió o supo escuchar bien las preguntas del panel de jueces Los jueces tuvieron dificultad en obtener respuestas claras y coherentes por parte de Diack
El ex presidente de la IAAF Lamine Diack echó la culpa a su hijo, al afirmar que se comportó como un “bandido” al ser interrogado el jueves en detalle por primera vez sobre las acusaciones de que la entidad rectora del atletismo se convirtió en un nido de corrupción y encubrimientos de dopaje bajo su conducción.
No quedó clara la magnitud del conocimiento que Diack tenía sobre los supuestos cobros de sobornos a atletas rusos bajo sospecha de dopaje debido a su confuso, contradictorio y ambiguo testimonio.
Frecuentemente, el senegalés de 87 años no entendió o supo escuchar bien las preguntas del panel de jueces.
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Diack reconoció, sin embargo, que intervino en casos de posible dopaje de atletas rusos, dando instrucciones con el fin de evitar un escándalo que pudiera afectar las negociaciones con un patrocinador ruso o manchar la imagen del Mundial de 2013 que se realizó en Moscú.
En lugar de sancionar a un grupo de atletas rusos en un mismo momento, “les pedimos que los procesos fueran dispersos”, dijo Diack.
Señaló reiteradamente que su principal preocupación fue asegurar que la IAAF garantizara sus finanzas a largo plazo, y ello incluía completar el acuerdo de patrocinio con el banco ruso VTB.
“Era esencial. Para eso estaba dispuesto a hacer compromisos", dijo Diack.
La fiscalía asegura que fue más allá. Diack y uno de sus hijos, Papa Massata Diack, han sido enjuiciados por corrupción, lavado de dinero y prevaricación. El hijo está siendo enjuiciado en ausencia — se fugó en 2015 a Senegal, donde reside.
A los dos se les acusa de conspirar juntos dentro de una trama en la que presuntamente atletas rusos pagaron millones de dólares para ocultar sus presuntos dopajes y poder competir en distintas justas.
Cuando el juez principal le insistió sobre el rol de su hijo, Diack dijo algo que al principio no se entendió antes de afirmar: “Se comportó como un bandido”.
La fiscalía sostiene que Diack abusó de su cargo para dejar a Papa Massata Diack, quien se desempeñaba como asesor de mercadeo de la IAAF, como eje de un trama que permitió al hijo apropiarse de varios millones de los ingresos de la entidad. La sociedad padre-hijo también se confabuló para recibir los sobornos rusos en los casos de posible dopaje.
Los jueces tuvieron dificultad en obtener respuestas claras y coherentes por parte de Diack. Habló con fluidez y claridad sobre episodios al inicio de su trayectoria que no tenía que ver con los cargos en su contra. Pero, en repetidas ocasiones, Diack y el panel de jueces no podían entenderse al momento de intercambiar detalles sobre el caso.
Como presidente de la IAAF, Diack fue una de las figuras más influyentes en el movimiento olímpico en la era en que brillaba Usain Bolt y el deporte florecía.
Pero Diack afirmó ante la corte que, tras bambalinas, la IAAF se encontraba en una mala situación económica y que lo que le motivaba era asegurar su estabilidad a largo plazo con contratos de patrocinios antes que su mandato como presidente acabó en 2015.
“La salud financiera antes que todo", dijo.
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