Pintado conquista el oro en marcha atlética y suma primera medalla para Ecuador en París

“Alguien me decía que hay que competir sin presiones. Ayer en mi habitación estaba nervioso", dijo

El medallista de oro Brian Daniel Pintado, de Ecuador, en el centro, levanta la mascota de los Juegos Olímpicos de París 2024, Phryges, junto al medallista de plata brasileño Caio Bonfim, a la izquierda, y al medallista de bronce español Alvaro Martín, a la derecha, durante la ceremonia de entrega de medallas al final de la marcha de 20 km masculina en los Juegos Olímpicos 2024, el jueves 1 de agosto de 2024, en París, Francia. (AP/Dar Yasin)

Daniel Pintado lloró en la víspera de su carrera, antes de irse a dormir en la villa olímpica, mientras pensaba en sus dos hijos. Un mensaje de voz de uno de ellos fue la clave para convertirse en campeón olímpico.

Pintado le dio el jueves a Ecuador su primera medalla en los Juegos Olímpicos de París al terminar primero en la prueba de 20 kilómetros de marcha atlética.

Pintado, de 29 años, hizo un tiempo de 1:18.55 que le valió para imponerse al brasileño Caio Bonfim, quien se conformó con la plata al marcar 1:19.09. El español Álvaro Martín, con 1:19:11, completó el podio.

“Alguien me decía que hay que competir sin presiones, pero yo digo que hay que sentirla”, dijo Pintado. “Ayer en mi habitación estaba nervioso, me hacía falta mi familia. Mi hijo me mandó un audio y me dijo ‘no te preocupes, para eso has entrenado, para mí siempre vas a ser un campeón’".

Y ahora tiene una medalla para demostrarlo.

Con su oro, Pintado se une a sus compatriotas Jefferson Pérez, Richard Carapaz y Neisi Dajomes como los únicos ecuatorianos en terminar en lo más alto de un podio olímpico.

Pintado logró emularlos en sus terceros Juegos, en un momento en el que ni él mismo pensaba poder lograrlo.

“En Río pensaba que podía ganarlo todo y terminé en el puesto 37, luego en Tokio sentía que podía y fui 12. Hoy, que tenía muchas dudas de mí, fui capaz de ganar”, dijo.

Pérez, quien competía en la misma disciplina, se colgó el oro en Atlanta 96 y sumó una plata en Beijing 2008.

El legendario marchista fue asesor del equipo, pero Pintado afirmó que el mérito es de su entrenador, Daniel Andrés Chocho.

“Mi ídolo es mi entrenador, él fue el que siempre me dijo qué hacer. Me dijo que era un vehículo de seis velocidades, que fuéramos en cinco y al final metiera la sexta. No se equivocó, estaba cansado, pero tenía un cambio más”, recordó Pintado. “Ya cuando vi la meta a 200 metros no podía creer que iba a ser campeón. Todavía no me lo creo”.

Además de Pérez, Caparaz, Dajomes y Pintado, Ecuador tiene una medalla de Tamara Salazar en pesas, lograda hace tres años en Tokio.

Pintado hizo una sólida carrera y se mantuvo entre el grupo puntero desde el inicio para alcanzar lo más alto del podio.

“Son detalles los que hacen a los campeones olímpicos. Si vieron, todos estamos al nivel porque se definió al final”, agregó.

Entre los detalles que marcaron la diferencia para el ecuatoriano, además de los consejos de su entrenador, estaban una foto de sus hijos Nicolás y Monserrat, una cadena que le regaló uno de ellos y una banda blanca que colgó de su pecho regalo de su madre.

“Esto es para mi entrenador, mis hijos y mi madre, (para) mi padre que me hizo una persona trabajadora y para 18 millones de ecuatorianos”, agregó Pintado. “Hoy no hice historia yo, la hicimos todos juntos”.

El ecuatoriano fue alternando el primer sitio hasta después de la mitad del recorrido, ubicado en las inmediaciones de la torre Eiffel, en una sólida batalla con el chino Zhang Yun, quien perdió gas poco después.

Pintado mantuvo la punta y recibió un ataque del brasileño Bonfim, quien remontó 16 lugares para colocarse segundo en el kilómetro 14.

Pintado salió de zona de podio un kilómetro después cuando el italiano Massimo Stani se puso primero seguido de Martín, pero siguió dentro del grupo de seis fugados y regresó a la zona de medallas a falta de tres kilómetros.

Retomó la punta en el kilómetro final y ya no la volvió a ceder hasta cruzar la meta.

Después de dar un par de pasos, el ecuatoriano dio un salto y emuló la celebración del futbolista portugués Cristiano Ronaldo cuando anota un gol.

“Ese festejo fue más por mis hijos y mis sobrinos, no sabía cómo festejar porque todavía no me lo creo”, añadió. “La verdad, no sé que hago aquí”.

Por lo pronto, historia para Ecuador.

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