El español Carlos Sainz (Audi) lamentó la serie de infortunios que le pasaron en la tercera etapa del Rally Dakar y que le hicieron perder más de media hora y el liderato del raid, pero confía en darle la vuelta.
Los problemas comenzaron con la rotura de una rótula de la suspensión trasera izquierda, según explicó el madrileño su web oficial, cuando la especial transcurría por el kilómetro 213 y rodaba con ventaja sobre el catarí Nasser Al-Attiyah (Toyota).
"Ha sido una pena la etapa de hoy. Se nos ha roto una rótula de la suspensión sin tocar en ningún sitio y hemos tenido que cambiarla tardando más de la cuenta", señaló Sainz.
No fue el único contratiempo que tuvo en esta jornada del rally de resistencia.
"Luego hemos sufrido un par de pinchazos y en uno de ellos una tuerca no salía y se nos ha estropeado la llave de ruedas y hemos tenido que esperar a Mattias (Ekstrom)", relató el veterano piloto.
Aunque el Touareg se ha complicado, Sainz no arroja la toalla y confía en que poder meterse de nuevo en la pelea.
"Todo lo que no tenía que salir mal ha salido mal, pero bueno queda todavía mucha carrera y por supuesto vamos a seguir atacando y tirar adelante. Ahora de estrategia solo hay una”, concluyó.