Incluso sano, Woods tiene problemas en el campo de Riviera

Tiger Woods solo logró recorrer 16 hoyos de su ronda pro-am el miércoles en el Genesis Invitacional durante una mañana muy fría, con ráfagas de viento ocasionales de 40 km/h que hacían sentir como si la temperatura estuviera por debajo del punto de congelación.

Lo importante, al menos por ahora, fue cómo terminó. Woods no jugó los últimos dos hoyos en el Riviera, pero después de estrechar manos con sus compañeros, golfistas amateur, no tuvo problema en subir los 52 escalones rumbo a la casa club.

No habrá pausa el jueves cuando Woods compita en contra de un field completo con los mejores jugadores por primera vez desde que no pasó el corte en St. Andrews en el Abierto Británico.

Ha mejorado de la fascitis plantar que le impidió jugar en las Bahamas en diciembre. Dice que su tobillo, gravemente lesionado en el accidente automovilístico que sufrió en febrero de 2021 a las afueras de Los Ángeles, es su mayor preocupación. También está el tema de cuán oxidado está él mismo para jugar.

Regresó de una cirugía en la rodilla a finales de 2002 y ganó en su primer inicio en Torrey Pines. Una vez hizo una pausa de 10 semanas antes del cierre de temporada en el tour en 2007 y ganó su World Challenge por siete golpes.

Era más joven, estaba más sano y era su mejor momento. Su swing luce tan eficiente como siempre, particularmente con los hierros. Para Woods, se trata de llegar al siguiente tiro pese a sus piernas maltratadas a lo largo de los años.

Y también está el tema del campo.

Riviera está entre sus diseños preferidos, pero hasta ahí llega el romance. Woods dejó de jugar este torneo después de 2006, principalmente debido a que rara vez tuvo buenos resultados. Habló sobre eso cuando se refirió a su preparación para el Genesis Invitacional.

"Además, conozco el campo", dijo, haciendo una pausa para sonreír. "Sé que no he tenido mucho éxito en este campo, pero sabía para qué estaba entrenando, haciendo tiros en casa para estar listo".