“Maradona marcó un antes y después para el fútbol dominicano”

Dinardo Rodríguez fue el primer futbolista dominicano en anotar un gol en eliminatoria mundialista (1992) y dos años más tarde se convirtió en el primer quisqueyano que rubricó un contrato profesional, con el club Rentista de Uruguay.

Lalo (Montecristi, 1968) había detenido su carrera futbolística organizada entre 1982 y 1986 para culminar el bachillerato en electrónica en Itesa y ya tenía empleo cuando llegó el Mundial de 1986. La hazaña, las pasiones que Diego Armando Maradona hizo en ese torneo despertó esa “venita” en Rodríguez, quien regresó para convertirse en uno de los mejores futbolistas que ha parido esta tierra.

“Maradona es México ’86 o México ‘86 es Maradona, como quiera que lo quieras poner. Eso trajo al país, a la República Dominicana un boom en el fútbol, marcó, definitivamente, un antes y después en el fútbol dominicano. Para los no conocedores del fútbol en Dominicana se cuenta entre antes y después de Maradona”, dijo Rodríguez a DL.

Cuenta el ex delantero que a raíz de ese campeonato, narrado en la pantalla chica por Jorge Rolando Bauger, se desató un interés que se expresó con el aumento de clubes en el Torneo Nacional de Primera División, así como la expansión de la práctica a regiones que hasta entonces no se conocía.

Viva en su iris está esa imagen del Mundial de Estados Unidos en 1994, mientras la enfermera tomaba al “Pelusa” para llevarlo a la prueba de dopaje. “Estaba en Uruguay, lo lamentable con Diego es que tuvo ese mecanismo de autodestrucción siempre activo, es la parte que no es un ejemplo de juventud”, dice Rodríguez, que jugó hasta 2002.

Maradona falleció en su residencia particular a causa de un paro cardiorrespiratorio, luego de haber estado diez días internado en una clínica de Buenos Aires por anemia.

Las gestiones para traer a Maradona al país fueron infructuosas.

“Fue único”

Francisco Paillot no creyó la noticia hasta que se comunicó con un amigo cercano de su Argentina natal, al mediodía de ayer. El director de la Liga Dominicana de Fútbol (LDF) tenía la memoria de otros rumores de la muerte de Diego, el más reciente durante el Mundial de Rusia 2018, pero esa llamada del cono sur “le amargó el día”.

“Fue la única persona que logró unir al pueblo como nunca, al menos durante algunos momentos de la historia argentina. ¿Ok? Creo que no hubo nadie que logró ese sentimiento, o sea, estar todos unidos detrás de algo, es algo bien lindo”, dijo Paillot sobre Maradona.

Para Paillot, Maradona representó la máxima expresión de un pasatiempo que para los argentinos significa una oportunidad en la semana de desahogar todo tipo de emoción, cuyo fanatismo cuesta explicar hasta a los profesionales de la conducta humana.

“No hay palabras para expresar todo lo que nos hizo sentir. Será una fuente de eterna inspiración para la LDF y todas las ligas”, dijo Paillot, que comparó el día de ayer como uno de esos que nunca se olvidan.

Reacciones

Maradona disputó un total de 692 partidos oficiales entre equipos y la selección, con un total de 353 goles, ocho de ellos en los mundiales.

“Siempre lo dije y lo repito ahora, más convencido que nunca: lo que Diego ha hecho por el fútbol, para que todos nosotros nos enamoremos del deporte rey, es único. Es, tal como él, simplemente inmenso... Diego merece nuestra gratitud eterna por habernos maravillado con su talento increíble y sí, por haber sido único e inimitable: por haber sido Diego Armando Maradona, una leyenda, un héroe y un hombre”, dijo el presidente de la FIFA, Gianni Infantino.

“En el momento en que Diego se retiró del fútbol activo, dejó traumatizada a Argentina”, subrayó Jorge Valdano, compañero de Maradona en las selecciones nacionales. “Diego fue más que un futbolista genial. Fue un factor extraordinario de compensación para un país que en pocos años vivió varias dictaduras militares y frustraciones sociales de todo tipo”.

El 30 de octubre de 1997, a los 37 años, Maradona se retiró y emprendió una carrera como técnico que tuvo su momento culminante con Argentina en el Mundial de Sudáfrica 2010, donde la selección, con Messi a la cabeza, fue vapuleada 4-0 por Alemania en cuartos de final.