El Estadio Quisqueya Juan Marichal
Claro que puede mejorar, ¿pero basura? Pienso que no
El Estadio Quisqueya Juan Marichal cumplió 70 años de su inauguración el pasado mes de octubre, un parque que ha sufrido modificaciones a través de los años pero que, lamentablemente, ya no ofrece las comodidades necesarias para el béisbol de hoy en día.
Sí, es un estadio viejo. Pero los Leones del Escogido y los Tigres del Licey se han encargado de modernizar considerablemente los espacios de los jugadores, los famosos clubhouses.
Los de visitantes necesitan mejoría, claro que sí, como quedó demostrado en el pasado torneo, cuando el colapso de una tubería inundó el vestidor del lado izquierdo.
La República Dominicana necesita un nuevo estadio y ya hay grupos privados que trabajan en un proyecto para construir un nuevo Estadio Quisqueya Juan Marichal.
Un nuevo estadio, no uno remodelado, con una inversión multimillonaria, en dólares.
Pero las declaraciones que se atribuyen al comisionado de béisbol del Caribe, Juan Francisco Puello Herrera, de que el parque capitalino se compara con la basura, me lucen injustas.
Estoy de acuerdo con el licenciado Puello Herrera en la necesidad de un nuevo estadio, por lo que el béisbol representa para el país.
Pero si nos vamos a las comparaciones, el estadio Quisqueya Juan Marichal no tiene mucho (o nada) que envidiarle al Hiram Bithorn, de Puerto Rico, donde se celebrará una pata del Clásico Mundial de Béisbol en el 2026, luego de una inversión de varias decenas de millones de dólares.
¿Necesitamos un nuevo parque? Claro que sí. ¿Basura? Entiendo que no.