Desarrollar futuras promesas sin sacrificar sus vidas

Una llamada urgente a la regulación del béisbol juvenil

Urge regular las academias deportivas en pro de la niñez. (Fuente externa)

La pasada nota de Nathanel Pérez Neró relatando el acontecimiento fue estremecedor. Cuando un niño pierde la vida, desordena el curso natural de una sociedad que tiene en él sembrada una esperanza; el colectivo, cuenta con la realidad de sus sueños. Verlo crecer, desde caminar hasta alfabetizarse, enamorarse de la música o los deportes, seguirlos y practicarlos, son procesos que ayudan a que todos alcancemos un futuro mejor.

Duele, y mucho, que Ismael no esté. Su muerte es una tragedia que nos atraviesa medio a medio. La vulnerabilidad de nuestro sistema, desnudo y balbuceante, busca atribuir responsabilidades a la carrera, cuando en realidad se trata de una cadena de obligaciones incumplidas por el Estado y sus ciudadanos que retratan la negligencia de un país acostumbrado a reaccionar en lugar de prevenir.

El desarrollo de jugadores para la industria del béisbol nos debe una rendición de cuentas por esta víctima; un joven de catorce años que antes de morir sufrió el dolor que le provocó, no un pelotazo en las costillas ni las laceraciones naturales que produce un deslizamiento en segunda, no. Encontró la muerte a consecuencia de la tortura a la que fue expuesto por las inyecciones que le ponían para doparlo; desesperante.

Si antes de su primera firma el joven prospecto tiene el riesgo de ser sometido a este tipo de calvarios, mejor cerremos todo. La formación de un adolescente es integral, cualquier mecanismo diseñado para privarlo de este derecho fundamental es delito. Por eso mismo urge que nos pongamos a trabajar en el diseño de instrumentos regulatorios que establezcan bien las reglas que se deben cumplir para la preparación de futuros deportistas de alto rendimiento.

Debemos tomar como referencia de base los principios y ordenamientos amparados por la Convención de los Derechos del Niño y nuestro Código para el Sistema de Protección y los Derechos Fundamentales de Niños, Niñas y Adolescentes, para diseñar una regulación que les exija a las academias las condiciones a cumplir para su apertura y funcionamiento, que se generen mecanismos para la certificación y supervisión de los formadores, que se establezcan horarios de entrenamientos acorde con el desarrollo físico y emocional del menor, y lo más importante, el respecto a sus derechos educativos.

La tarea que tenemos es enorme y llevamos retraso. No nos cansaremos de seguir diciendo cada vez que tenemos la oportunidad que la Ley General de Deportes es obsoleta y no sirve para nada. Mientras, en los que nos decidimos a trabajar en serio, Ismael ya no está más con nosotros; que no muera otro niño más, sería por lo menos una forma digna de honrar su memoria. 

Apasionado del fútbol en todas sus facetas.