El béisbol es un gran negocio, no una guerra

Las redes sociales se han convertido en un campo de batalla entre fanáticos

Los choques entre Tigres del Licey y Águilas Cibaeñas han dominado la atención del fánatico dominicano por décadas. (Féix León)
“Un negocio que solo hace dinero, es un negocio pobre”Henry Ford

El béisbol de las Grandes Ligas, el de las ligas invernales y de verano,  es más que pitcheo, defensa y jonrones. Es un gran negocio como lo demuestran los encuentros de Águilas Cibaeñas y los Tigres del Licey.
Los fanáticos de ambas enseñas se entregan en cuerpo y alma y ahora, gracias a las redes sociales, el interés de los fanáticos se ha centrado en las actividades fuera del campo de los jugadores y propietarios como del juego en sí, para usarlo como un AK-47 contra el mismo fanático y contra los narradores y comentaristas.
Le tiran misiles de todos los calibres a los narradores y comentaristas, mientras los dueños de equipos muestran hermandad para solidificar y aumentar sus finanzas, por aquello de que “las clases no se suicidan” y los jugadores mantienen fuera de las líneas de cal una hermandad y compadrazgo, los fanáticos se han “apertrechado” en las redes sociales para desatar una guerra de improperios e insultos que no le hace nada bien al negocio.
No son las cadenas de transmisión que encienden las pradera de los sentimientos. Dar cuerdas y “bufearse” del rival es parte del juego, pero ese collar de palabras impublicables debe detenerse.
El béisbol es un negocio, no una guerra, donde las relaciones laborales cada vez más complejas y costosas, especialmente por la agencia libre; obliga a los dueños a buscar jugosos patrocinios con los gobiernos y el sector privado.
Las redes sociales le dan al fanático la oportunidad de analizar el juego, paren los insultos, vayan a los estadios y usen esos canales para fortalecer el juego.

UN DÍA COMO HOY

1979: Cecilio Guante, nativo de Jacagua, es firmado por los Piratas de Pittsburgh.
1987: Las Estrellas de Oriente vencen a los Caimanes del Sur cuatro por dos, frustrando el debut de Eduardo Denis como mánager en sustitución de Rafael Landestoy.
1991: Manny Ramírez cerró la temporada 1991-92 con las Águilas fallando en cuatro turnos, apenas un hit en los últimos 13 turnos para un promedio de .174.

Cronista deportivo. Amante del béisbol y sus vivencias.