La historia del fútbol dominicano escrita por ellas

Noventa minutos las separaban de una meta que por muchos años se le venía escapando al fútbol dominicano. Ninguna selección había podido clasificarse para la Copa Oro de CONCACAF, el torneo más importante a nivel de selecciones de toda la región. 

La atención siempre estuvo puesta en la selección masculina que, en diferentes etapas, se colocó a las puertas, quedándose solo ahí, a medio paso, pero sin concretar un objetivo que todavía hoy tiene como su gran pendiente.

Quienes trabajan mano a mano sacando adelante el fútbol femenino en el país hace tiempo que afirmaban que serían ellas quienes a nivel de selecciones absolutas alcanzarían primero la clasificación a las grandes competencias internacionales. Un vaticinio que con el transcurrir de los años iba dejando de ser una ilusión, pues, entre las mujeres el fútbol ha ido ganando un espacio importante como disciplina deportiva.

El pasado sábado en Carson, California, ellas tuvieron una cita con la historia y, para alegría de todos, cumplieron. El resultado se obtuvo; se pudo vencer al rival, a los nervios y a los malos precedentes. El zapatazo de fuera del área de Kathrynn González destrababa el guion de un partido trabado, deslucido, que se nos complicaba, pero cuyo balón encontró red, justicia y desahogo. Fue el uno a cero suficiente que luego de transcurrido el tiempo reglamentario nos permitió finalmente decir: ¡República Dominicana se clasificó por primera vez a la Copa Oro!

Dirigidas por el colombiano Henry Parra, nuestras muchachas conforman un grupo integrado por jugadoras que han surgido tanto en el fútbol local, como desde las entrañas de nuestra diáspora, quienes han ido creciendo y desarrollándose hasta alcanzar experiencia en el sistema deportivo colegial norteamericano, o el profesionalismo, como es el caso de Lucía León, jugadora del Watford inglés.

Ya con la histórica clasificación en mano, la experiencia en la fase de grupo será dura, pero de eso se trata llegar a los grandes torneos. Hoy nos enfrentamos a los Estados Unidos, el viernes a México y el lunes a Argentina, rivales los tres muy por encima del nivel de nuestra selección, cuyo objetivo debe ser salir a competir lo mejor posible con la felicidad de la clasificación histórica, esa que no olvidaremos jamás.