Harvey Haddix perdió un juego perfecto de 12 entradas
Ocurrió en un partido entre Piratas de Pittsburgh y Bravos de Milwaukee el 26 de mayo de 1959
Mientras estaba en la sala de espera del Instituto de Oncología Dr. Heriberto Pieter, el señor Manuel Peña Reyes me abordó con esta pregunta: ¿Qué es más difícil de ganar un juego de béisbol, baloncesto o de fútbol?
Le respondí que lo más difícil de pronosticar era el ganador de un juego de béisbol, porqué la diferencia o poderío de los conjuntos no se podía medir de tú a tú, ya que cualquier lanzador subía a la colina de los sustos y colgaba 9 argollas y hasta podría tejer un juego perfecto y perder.
Peña Reyes me analizó desde su punto de vista la serie de la NBA de los Lakers-Denver donde le cargo el dado a LeBron James por la eliminación y yo le cité el caso del Mundial de Fútbol Sub-20 donde le señalé que era imposible que el onceno dominicano le ganara a Brasil y así sucedió, perdimos 0-6.
Le dije que una ocasión, precisamente un día como hoy 26 de mayo de 1959, el lanzador Harvey Haddix -El Conejo- de los Piratas de Pittsburgh lanzó 12 entradas perfectas, retirando 36 en fila india, sufriendo la derrota 1x0 ante los Bravos de Milwaukee en la entrada 13 por un error, un sacrificio y un doble de Joe Adcock. Es considerado uno de los juegos más notables en la historia de las Grandes Ligas.
Confiando en dos lanzamientos, una recta y un slider, Haddix era intocable hasta que el tercera base Don –El Tigre- Hoak falló un roletazo de Félix –El Gato-Mantilla. Fue a segunda con un toque de sacrificio de Eddie Mathews y Hank Aaron recibió boleto intencional.
Adcock conectó lo que parecía ser un jonrón hacia el centro profundo en el County Stadium, pero Aaron, pensando que la pelota rebotó en la pared, atravesó el diamante en lugar de correr las bases. Debido a que Adcock lo había pasado, tanto él como Aaron quedaron descartados y el juego terminó con la carrera de Mantilla.
Lew Burdette fue la otra cara, recorrió la distancia por los Bravos, permitiendo 12 hits para su novena victoria de la temporada.
Le recordé los juegos que no terminaron siendo perfectos de Mario Soto y Pedro Martìnez finiquitando el amable diálogo con un toque de puerta, porque en ese momento me tocaba el turno al bate para la sonografía.
1978: Silvio Martínez, lanzando para el Springfield (AAA) de San Luis lanzó un no hitter frente al Omaha y ganó 4-0.
1993: José Canseco no puede ser acusado de no usar la cabeza por nadie en Cleveland. El jardinero derecho de Texas retrocede para alinear un batazo largo de Carlos Martínez y, cuando gira la cabeza para mirar la pared, la pelota se desliza de su guante, golpea su cabeza y rebota sobre la cerca para un jonrón.
1997: Se conectan dos jonrones dentro del parque en un lapso de cinco minutos en el Día de los Caídos en Pittsburgh. Primero, el toletero de los Cubs, Sammy Sosa, los toca a todos en la parte alta de la sexta entrada, luego Tony Womack vuela alrededor de las bases en 13 segundos en la parte baja de la entrada. Los Cachorros vencen a los Bucos, 2-1, pero es la primera vez en 21 años que dos jugadores de la Liga Nacional logran jonrones dentro del parque en el mismo juego.
2006: Ángel Berroa conecta un jonrón de tres carreras en el octavo y los Reales de Kansas City escapan de un retraso en la parte baja del noveno después de dos horas detenido por lluvia, superando 7x 6 a los Yanquis, para detener una racha de 13 derrotas y una de 14 juegos en el Yankee Stadium desde el 2005.
2010: David Ortiz pega su décimo jonrón de la temporada -su noveno en mayo- contra Matt Garza, mientras Adrián Beltré impulsa en 6 carreras en apoyo al pitcheo de John Lackey.
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