Miguel Sanó y Arístides Aquino batean con periódicos mojados
Atraviesan un mal ofensivo que ha afectado a otras figuras del negocio a principio de campaña
En béisbol, un “slump” no es más que cuando un jugador consigue pocos o ningún hit en un período de tiempo, y su porcentaje de bateo es muy inferior al de sus expectativas.
Un dicho beisbolero reza que “como entra el slump, así sale”.
En la temporada del 2019, Sócrates Brito, de los Azulejos de Toronto se fue de 23-0 al inicio de la estación, pero el arranque de Chris Davis, con los Orioles de Baltimore fue peor, se fue de 54-0.
Recordemos a Christian Yelich, de los Cerveceros de Milwaukee, en la temporada del 2020. En 6 juegos, el jardinero de 28 años tenía 28 apariciones al plato, con 12 ponches y apenas un jonrón con tres carreras impulsadas y su average un crítico .037.
Robinson Canó, Yankees New York, en abril del 2008, promedio de .151, 2 jonrones, en 114 apariciones.
Francisco Lindor, estuvo atrapado en una mala racha en el 2021 y se fue de 25-0.
Ni Mike Trout se salva de un slump y en mayo del 2018 pasó por una sequía de 19-0.
Pero veamos la sonografía ofensiva de Miguel Sanó y Arístides Aquino, dos bateadores con actas de nacimiento de poder de largo metraje.
Sanó, Mellizos de Minnesota, de 30-2, .066, 10 ponches, un jonrón y dos carreras impulsadas. Un arranque anémico de verdad. De por vida factura 162 cuadrangulares con un .236 de promedio de por vida.
Aquino, Rojos de Cincinnati, en la presente campaña está abanicando la brisa. De 27-2, .074, con 18 ponches, líder de la Liga Nacional. Factura un jonrón, para sumar 32 de por vida.
Sanó y Aquino están transitando por terrenos fangosos y no dudamos en ver que de seguir por ese trayecto podrían viajar en guagua por las Menores.
Debemos tener presente, que el béisbol es un juego de altibajos. El fracaso es una parte inevitable de la vida en las Grandes Ligas, pero a veces las malas condiciones se prolongan durante un tiempo especialmente largo, poniendo a prueba la fortaleza física y mental de un jugador.
Julio Franco y su hazaña particular en el juego
En el 2005, Agustín Montero, pitcher dominicano de Texas, nativo de Bánica, se convirtió en el tercer pelotero en esta estación que da positivo en consumo de esteroides.
En el 2006: Julio Franco, con 47 años, se convirtió en el jugador de mayor edad en conectar un cuadrangular, superando a Jack Quinn que lo hizo a 46 años y 357 días.
En el 2010, el lanzador Edinson Vólquez de los Rojos de Cincinnati fue suspendido por 50 juegos por fallar una prueba de PED durante el entrenamiento de primavera. Se sometió a una cirugía Tommy John en agosto pasado y actualmente está en la lista de lesionados.
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