El futuro de la Serie del Caribe

Si la Serie del Caribe realmente quiere crecer, debe encontrar la forma de seguir fortaleciendo la estructura que ya tienen y que en los últimos nueve años ha dado muy buenos resultados, desde que se implementaron juegos de semifinales y de final, para determinar el campeón.

Pero para lograrlo, la Confederación del Caribe debe quitar la etiqueta de invitados y convertir en socios o miembros oficiales a las ligas de Colombia y de Panamá.

El miedo inicial de mantenerlos como invitados, por el entendido de que debían demostrar su solidez e interés en el evento, ya tiene que desaparecer.

Panamá en la Serie celebrada en su sede ganó el campeonato y Colombia hizo lo suyo este año, es decir, dos de los últimos cuatro títulos de la Serie del Caribe son de los invitados, los otros dos de la República Dominicana.

Al integrarlos, ellos también podrán ser sedes, podrán fortalecer la confederación y el mercado del torneo se expandirá.

No hacerlo, sería un grave error. Mucho más con dos ligas en aprietos por problemas políticos y económicos como son los casos de Venezuela y Puerto Rico.

Ya la Confederación del Caribe trató como invitado a Cuba por varios años, hasta que finalmente éstos se cansaron de esperar y se salieron de la competencia.

Las ligas miembros de la Confederación no deben dejar que suceda lo mismo con Colombia y Panamá. De hecho, deberían pelear para poder sumar otras ligas del área que vayan demostrando su calidad y capacidad.