La importancia de Lidom en el país

Entre los meses de octubre y febrero, la República Dominicana gira su atención casi de manera absoluta al torneo de béisbol invernal que organiza la Lidom, por encima de la política, de los tapones, de la corrupción, de los Amet (Digesett) y de cualquier otro tema importante en el bitercio insular.

Como institución, Lidom es un estándar a seguir porque por más de seis décadas ha sido el centro de la atención de la pasión del dominicano.

Por eso, cuando se tratan temas como, por ejemplo, las asistencias a los estadios por encima de lo permitido por el Ministerio de Salud Pública, el cuestionamiento se hace porque todo lo que sucede en la liga repercute en el país.

Lo mismo cuando sale a relucir que no existe una política sobre la violencia de género en la liga y algunos individuos con casos pendientes tanto en otras ligas como en justicia, ven acción como si nunca hubiera pasado nada o si se trataran de pequeñeces.

No es que exista una persecución con esos jugadores, mucho menos con la liga. Obviamente, todo el mundo merece una segunda oportunidad, pero el manejo que Lidom le da al tema pesa, y mucho, por lo que es la institución en el país.

Y así hay otros casos en agenda, cosas para las que debe existir un protocolo a seguir que mantenga el alto estándar que todos en esta sociedad esperan de Lidom.

El béisbol invernal de la República Dominicana es el centro de atención de todo dominicano, amante o no de la pelota, y por eso es que cada acción o inacción es vista a través de una lupa de muy alta dimensión.