Siete motivos por los que los Nacionales repetirían la corona

Ninguna franquicia ha ganado títulos de Serie Mundial consecutivos desde los Yankees en de 1998 al 2000.

Los Nacionales de Washington fueron los Campeones Mundiales, vencieron a los favoritos Astros de Houston que contaron con Gerrit Cole y Justin Verlander, que no ganaron un solo partido en la serie. (Fuente: MLB.com).

De nueva cuenta, el gerente general de los Nacionales, Mike Rizzo, hizo un gran trabajo a la hora de armar su roster y al lograr justo eso, despejó el camino para que los capitalinos vuelvan a competir por otro campeonato.

Ninguna franquicia ha ganado títulos de Serie Mundial consecutivos desde los Yankees en de 1998 al 2000. Los Nacionales lucen bien posicionados para lograr justo eso.

A continuación, siete motivos por los que los Nacionales podrían repetir como campeones, según el análisis der Richard Justice, columnista de MLB.com y publicado en esas páginas y pese a que en Las Vegas dan a los Yankees y Dodgers para la Serie Mundial.

1. Rotación de abridores

No existe un mejor trío de abridores que Max Scherzer, Stephen Strasburg y Patrick Corbin. Al priorizar volver a firmar a Strasburg por encima del antesalista Anthony Rendón durante la temporada muerta, Rizzo se apegó a su filosofía de pitcheo de poder que ha producido la segunda mayor cantidad de victorias en temporada regular para cualquier club de MLB en las últimas ocho temporadas.

Si Strasburg, Scherzer y Corbin están sanos en octubre, los Nacionales no podrían estar en un mejor lugar.

2. Bullpen

Ésta es el área que torturó a la franquicia durante la mayor parte de la última década, y ése era el caso la temporada pasada hasta que la adquisición de Daniel Hudson en la fecha límite de cambios estabilizó las cosas. Ahora con el zurdo Sean Doolittle en salud y la contratación de Rizzo del ex preparador de mesa de los Astros, Will Harris, los Nacionales no debe de tener problemas a la hora de tratar de preservar las ventajas que en el pasado se esfumaban con facilidad.

3. Soto Superestrella

Un gran jugador puede cambiar todo un lineup, y Juan Soto va en camino a la grandeza. El dominicano exhibió aplomo desde el momento en que saltó al terreno a sus 19 años de edad en el 2018, aportando no sólo producción – aunque hubo bastante de eso – sino la clase de aires de confianza que contagia a sus compañeros.

El OPS de .937 de Soto en los últimos dos años es la cuarta marca más alta en la Liga Nacional, sólo detrás de Christian Yelich, Rendón y Nolan Arenado. Ésa es la clase de compañía que mantiene Soto a sus 21 años.

4. Lineup

La partida de Rendón vía la agencia libre deja un hueco en el lineup, y la decisión del veterano Ryan Zimmerman de no jugar este año le ha quitado profundidad a la primera base. Es aquí donde la profundidad organizacional – y la confianza – deben entrar en acción.

El cotizado prospecto Carter Kieboom será el titular en la antesala tras compilar OPS de .847 en cuatro temporadas en las menores, y tomando en cuenta el éxito de jugadores hechos en casa como Soto, el torpedero Trea Turner y el jardinero dominicano Víctor Robles, los Nacionales cuentan con el historial suficiente para creer que el muchacho estará bien.

El veterano venezolano Asdrúbal Cabrera puede hacerse cargo de la esquina caliente en caso de que Kieboom batalle en dicha posición. En cuanto a la primera base, el plan del piloto puertorriqueño Dave Martínez es alternar a Eric Thames y al héroe de la Serie Mundial, Howie Kendrick.

5. Confianza

Éste es un factor bien importante. Hasta la campaña pasada, los Nacionales pensaban que podían ganarlo todo en octubre aun cuando nunca habían conquistado una sola serie de postemporada, a pesar de todo ese éxito en la temporada regular. Ahora, saben que son lo suficientemente buenos tras ganar juegos decisivos fuera de casa en Los Ángeles (Serie Divisional de la L.N.) y Houston (Serie Mundial).

6. Dave Martínez

Con una avalancha de información proporcionada por las directivas, dirigir a un equipo de Grandes Ligas – quizás ahora más que nunca – tiene que ver con lidiar con mucha gente, forjar relaciones y generar el ambiente correcto.

El boricua es el hombre perfecto para esta área. Su amabilidad, honestidad y habilidades para comunicarse caen muy bien entre los jugadores. Martínez no lo sabía en ese momento, pero el arranque de 19-31 la campaña pasada demostró ser la prueba perfecta para el inexperimentado timonel, quien nunca perdió la compostura, reafirmándoles una y otra vez a sus jugadores que las cosas saldrían bien si ellos seguían haciendo lo correcto y nunca se dejó intimidar por el escenario de la postemporada.

7. Su momento

Aun con Rendón fuera, las fortalezas de los Nacionales superan por mucho sus debilidades. Pero el desafío de esta campaña es diferente. A pesar de las interrogantes – algunas de ellas aterradoras – de esta temporada, la competencia ha cambiado, y de manera dramática. En un calendario de 60 juegos, una sola mala racha bastaría para hundir a un equipo, mientras que la clase de trecho encendido que prácticamente cada equipo tiene en algún momento en una temporada normal podría cambiar por completo el panorama de la postemporada

Debido a la calidad del pitcheo con la que cuentan los Nacionales, debido a que cuentan con uno de los mejores exponentes de este deporte en Soto y gracias a que lograron superar la gran barrera psicológica en octubre, su ventana para ganar sigue siendo bastante amplia.

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