El 20 de julio se cantará "play ball" en las Grandes Ligas
Dueños de equipos y jugadores acuerdan 60 juegos y paga prorrateada Los peloteros recibieran aproximadamente el 37% de sus salarios
Tras días de dimes y diretes en torno del dinero entre las Grandes Ligas y el sindicato de peloteros, el comisionado Rob Manfred comenzó a dudar si habría una temporada en 2020, y lo dijo así en televisión.
Luego, llamó al líder sindical Tony Clark, a quien le dijo que, si aceptaba, viajaría de Nueva York a Arizona para sostener una reunión por primera vez en tres meses. Ambos charlaron cara a cara el martes, durante varias horas, en una habitación del Westin Kierland Resort & Spa de Scottsdale.
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El plan incluye paga completa, aunque prorrateada, pese a jugar sin fanáticos, dijeron a The Associated Press fuentes cercanas a los detalles del documento, quienes hablaron a condición de permanecer en el anonimato porque los detalles no se han anunciado.
Cada equipo disputaría 60 juegos —en vez de los 162 que conforman una temporada normal— durante 10 semanas a partir del 20 de julio. Sin embargo, podría añadirse al calendario un encuentro inaugural, el 19.
El marco de trabajo derivaría en que los peloteros recibieran aproximadamente el 37% de sus salarios. Así, éstos totalizarían casi 1.480 millones de dólares en vez de los 4.000 millones contemplados originalmente.
La postemporada se expandiría de 10 a 16 clubes este año, y los dos duelos de comodín se transformarían en una ronda completa de ocho equipos. Habría así ocho series, a ganar dos de un máximo de tres juegos.
Ello crearía un mínimo de 14 nuevos compromisos de playoffs, cuyos derechos de transmisión podrían venderse. Las Grandes Ligas tendrían la opción adicional de involucrar a 14 o 16 equipos en la postemporada de 2021.
Las mayores garantizarían un fondo de 25 millones de dólares a distribuir entre los peloteros en la postemporada. Se repartirían así participaciones de playoffs para los jugadores en caso de que no puedan venderse boletos para los juegos.
Podría emplearse el bateador designado en todos los juegos por primera vez en la historia, incluyendo a los clubes de la Liga Nacional para 2020 y 21.
Ambas partes realizarían contribuciones conjuntas a iniciativas en favor de la justicia social.
Los peloteros con los llamados contratos divididos —que pagan un salario menor cuando el jugador es enviado a las ligas menores— no tendrían que pagar el adelanto que recibieron ya: 16.500, 30.000 o 60.000 dólares dependiendo de su convenio para un total de unos 33 millones de dólares.
Las Grandes Ligas consideraron que este marco debe ser promovido por el líder de cada una de las partes entre sus representados. El sindicato no emitió comentarios.
“A mi solicitud, Tony Clark y yo nos reunimos ayer varias horas en Phoenix”, dijo Manfred en un comunicado. “Dejamos la reunión con un marco desarrollado en conjunto que acordamos podría ser la base de un acuerdo y sujeto a discusión con nuestros respectivos representados”.
“Resumí el borrador varias veces en la reunión y le envié hoy a Tony un resumen”, agregó. “En coherencia con nuestras conversaciones de ayer estoy alentando a los equipos a seguir hacia adelante y confiar en que Tony está haciendo lo mismo”.
La última oferta del sindicato, entregada el 9 de junio, contemplaba un calendario de 89 encuentros, con la totalidad del salario prorrateado. Esto resultaría en el 55% del sueldo y cerca de 2.200 millones de dólares.
Las grandes estrellas, como Mike Trout y Gerrit Cole recibirían 13,33 millones de dólares cada uno con el plan más reciente de las Grandes Ligas y 19,78 millones con el planteamiento del sindicato. Un jugador con un salario de 1 millón de dólares recibiría 370.370 dólares con el plan de los equipos y 549.383 con el del sindicato.
El salario mínimo de 563.500 dólares se ubicaría en 208.704 con el plan de la MLB y 309.577 con el del sindicato.
El sindicato tendría que renunciar a cualquier reclamo adicional que pudiera desembocar en un oneroso pleito legal.
Manfred y Clark entraron en tanto detalle durante el encuentro, que declararon un receso para permitir que el comisionado consultara a los dueños sobre temas de la comisión de políticas laborales de las Grandes Ligas.
Tras analizar el marco, los jugadores podrían rebatir con una propuesta de más partidos, quizás incorporando dobles carteleras.
Antes de esta semana Manfred y Clark no se habían reunido desde el 13 y 14 de marzo en Arizona, dos días después de que se suspendió la pretemporada debido al coronavirus.
Manfred sostuvo la semana pasada que estaba “100 por ciento” seguro de que habría campaña. Tras las airadas discusiones del fin de semana, reconoció el lunes que “había un riesgo real” de que no se realizara la temporada.
El béisbol se ha deteriorado hasta llegar a un conflicto laboral, mientras la NBA, NHL y MLS han avanzado en los planes para reanudar sus campañas.
Aunque las Grandes Ligas acumulan ocho paros laborales de 1972 a 1995, las partes han negociado cuatro contratos colectivos de manera consecutiva sin interrumpir la actividad. Pero las tensiones se han agravado en los años recientes.
El sindicato perdió una queja en que acusó a los Cachorros de Chicago de manipular el tiempo de servicio de Kris Bryant para posponer el momento en que podía declararse agente libre. Recurrió a otra querella en la que acusó a varios clubes de no utilizar de manera apropiada dinero destinado a compartición de los ingresos.
En este contexto y con la posibilidad de un nuevo contrato colectivo que reemplace el actual acuerdo que expira el 1 de diciembre del 2021, se incrementaron las tensiones debido al virus.
Ambos bandos llegaron el 26 de marzo a un acuerdo en los que los jugadores aceptaban recibir salarios prorrateados, 170 millones en salarios por adelantado y garantizar el tiempo de servicio si no se disputaba ningún partido este año.
A cambio los jugadores renunciaban a cualquier reclamación de pago adicional, cediendo la posibilidad de probar si Manfred podría invocar de manera exitosa la provisión de los contratos que permite suspender esos convenios durante una emergencia nacional.
Los jugadores interrumpieron las conversaciones el sábado, un día después de que las Grandes Ligas dieron la última propuesta, y dijeron que era inútil seguir con las conversaciones. Los jugadores conminaron a MLB que estableciera el calendario de manera unilateral, pero Manfred indicó que las Grandes Ligas no lo harían mientras existiera la amenaza de una demanda.
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