Dominicanos han superado el dopaje y relanzado carreras

Nelson Cruz

SANTO DOMINGO. Si los peloteros cotizaran en bolsas de valores las acciones de Starling Marte estuvieran por el suelo en estos días y si emitieran deudas estaría en categoría de bonos basura.

En Pittsburgh, donde hasta el martes era visto como la cara del club, Marte es tóxico: los dueños de los Piratas están tan molestos que les pidieron alejarse del equipo y el compañero al que está supuesto a sustituir como jugador franquicia, Andrew McCutchen, tomó el micrófono para pisarle los pies al borde del precipicio: “Cuando cometes un error tienes que pagar por él, así de simple”.

A decir por la cobertura mediática, lo mejor que harían sus asesores sería recomendarle no ver la tele, tampoco escuchar la radio ni leer los periódicos y mucho menos revisar las redes sociales.

Con 28 años y en las Grandes Ligas desde 2012, para Marte puede que sea tarde pensar en carrera de Cooperstown. En caso de haber estado en el radar esa “ficha” anunciada el martes anula su candidatura.

Sin embargo, es muy probable que al móvil del guardabosque dos veces Guante de Oro hayan llegado mensajes de WhatsApp de más de una docena de dominicanos que han superado el trauma de las suspensiones por dopaje y hoy pocos recuerdan esos episodios.

Desde Seattle hasta Miami, pasando por Minnesota, Chicago y San Luis, el número de criollos que logró relanzar carreras y conseguir más dinero que el que habían ganado mientras jugaron “limpios” es considerable.

En 2012, Melky Cabrera gozaba de su mejor temporada con los Gigantes (.346 de promedio/.390 de OBP/.516 de slugging) en los primeros 113 partidos, pero arrojó elevados niveles de testosterona en un examen, fue suspendido por 50 partidos y terminó renunciando por mout proprio al título de bateo que quedó en manos de su compañero Buster Posey (.336).

Cabrera tenía 27 años y poco les importó su enlodaje a los Azulejos, que dieron un contrato de dos campañas y US$16 millones (2013-2014). Una vez terminado ese pacto, donde bateó .293/19 HR/103 CE, los Medias Blancas lo ficharon por el actual, que termina en octubre, por US$42 millones y cuatro cursos.

Nelson Cruz y Jhonny Peralta ingresarían a la agencia libre tras 2013 cuando estalló el escándalo Biogenesis, clínica del que eran clientes. Ambos fueron suspendidos por 50 partidos por Texas y Detroit, respectivamente.

Cruz, con 32 años, rechazó la oferta calificada que los Rangers les hicieron por US$14 millones, no recibió el pacto multianual que quería, pero los Orioles les ofrecieron un año y US$8 millones y logró su primera temporada de 40 jonrones, lo que le valió para recuperar su valor y pactar por US$57 millones y cuatro años (2015-2018) con los Marineros.

Para Peralta, entonces con 30 años, fue más fácil el proceso. Ese invierno los Cardenales les dieron un contrato con los ojos cerrados por US$53 millones y cuatro años que concluye este 2017. Bartolo Colón quitó brillo a su milagroso regreso y enterró las escasas posibilidades de ingresar al templo de los inmortales con un positivo (testosterona) en 2012, a los 39 años. Purgó un castigo de 50 partidos con Oakland, pero los mismos Atléticos lo contrataron para 2013 por US$3 millones, luego los Mets dieron US$27,2 millones por tres cursos y Atlanta US$12,5 mm por 2017 con 63 partidos ganados desde la suspensión.

Antes de ellos José Guillén falló a una prueba en 2007, pero los Reales lo ficharon por US$36 millones y tres años.

Luego, en 2010, Edinson Vólquez tampoco superó un examen cuando tenía 26 años y pagó 50 partidos. Desde entonces ha pasado por cuatro equipos, ha firmado cinco contratos por valor de US$56,3 millones, ha ganado 65 partidos y ayudó a la República Dominicana a ganar el Clásico Mundial de Béisbol en 2013.

Manny Ramírez podía retirarse del béisbol a concluir la campaña 2008 y en 2014 hubiera ingresado a Cooperstown, primero que Pedro Martínez. Pero en mayo de 2009 una prueba encontró la hormonas hCG, el principio del fin de uno de los mejores bateadores derechos de la historia. Después del caso ganó US$20 millones.

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