Cirujano especialista sobre caso David Ortiz: “Él es realmente afortunado”

Cirujano del equipo de Trauma de Nivel 1 del Centro Médico de Boston dijo que la herida que sufrió el exjugador causa la muerte en la escena o en la primera hora

En esta foto del 22 de junio de 2017, el dominicano David Ortiz, extoletero de los Medias Rojas de Boston, sonríe frente al Fenway Park. (AP)

¿Qué tan graves son las lesiones de David Ortiz después de recibir un disparo en la espalda en un club nocturno en la República Dominicana?

Tejal Brahmbhatt, un cirujano del equipo de Trauma de Nivel 1 del Centro Médico de Boston (BMC, por sus siglas en inglés) que “atiende las lesiones más penetrantes” en Boston (alrededor del 80 por ciento de las lesiones de bala y cuchillos de la ciudad), ha visto muchas lesiones traumáticas en el zona abdominal a lo largo de su carrera. Basándose en lo que ha visto de primera mano en la sala de operaciones del BMC, y en los informes de noticias que ha leído sobre el ataque al Big Papi, saca la conclusión de que fue afortunado de sobrevivir al disparo.

Brahmbhatt, quien también es profesor asistente de cirugía en la Escuela de Medicina de la Universidad de Boston, no ha revisado ninguna información médica de Ortiz, pero se informó que la bala lesionó la vesícula biliar, el hígado y el intestino grueso, por lo que entiende que recibió un golpe en la parte superior derecha del abdomen. “Hay muchas cosas muy peligrosas en esa área”, dijo.

“Ese vaso sanguíneo, llamado vena cava inferior, lleva sangre al corazón. Él es realmente afortunado”, adujo Brahmbhatt. “Si la bala hubiera golpeado la vena cava inferior, podría haber sido el final de la vida”, agregó.

Brahmbhatt puede ver múltiples heridas de bala cada semana en el BMC y forma parte del recientemente creado Instituto de Trauma de Boston, que se lanzó a fines de 2018. El centro es dirigido por Peter Burke, jefe de cirugía de traumatismos de BMC y profesor de cirugía de la Facultad de Medicina de Boston. El instituto trabajará con otros departamentos de BMC, que incluyen medicina de emergencia, neurología, pediatría y ortopedia, para estudiar los factores que conducen al trauma y las formas de prevenirlo.

Después de ser trasladado a un hospital local en el país, los cirujanos intervinieron el hígado de Ortiz. También le extirparon la vesícula biliar y una sección dañada de su colon, reparando el intestino cortado, conectando quirúrgicamente las piezas separadas. “Se hizo lo correcto; ahora es un cuidado estándar volver a conectar los segmentos del colon en la mayoría de los casos de trauma penetrante “, señaló Brahmbhatt. Agregó que esa es una buena noticia para Ortiz, quien dijo se habría sometido a un procedimiento completamente diferente si hubiera recibido la misma lesión hace años.

“En los viejos tiempos, todo el mundo se sometía a una colostomía, que consiste en unir el colon a un agujero en la pared abdominal, con una bolsa externa para recoger las heces. Entonces, la colostomía podría revertirse en el futuro. Tiene la suerte de que se hizo el manejo adecuado “, detalló Brahmbhatt. Así se evita una colostomía.

De manera prometedora, Ortiz ha superado el primer desafío para alguien que recibió un disparo o sufrió alguna lesión penetrante en el abdomen.

“Normalmente, la gente muere en la escena o en la primera hora”, expresó Brahmbhatt. Ese tiempo es conocido como la “hora dorada”, que es el período de tiempo que puede determinar si alguien vivirá o morirá según la rapidez con la que puedan llegar al hospital.

A pesar de que, según los informes, Ortiz dio sus primeros pasos fuera de la cama, en el transcurso de las próximas semanas pueden surgir infecciones que lo pondrían de nuevo en peligro, según otros expertos.

Brahmbhatt adujo que los médicos del Hospital General de Massachusetts, donde Ortiz fue trasladado para recibir atención médica, probablemente revisarán su sangre para detectar signos de una respuesta inmune a la infección, así como también un seguimiento para ver si puede tolerar la comida y tener evacuaciones intestinales normales.

“Por lo general, las personas extremadamente sanas son las que tienen la mejor recuperación”, y Ortiz es “una persona bastante atlética, obviamente”, añadió Brahmbhatt.

Aunque Brahmbhatt no está familiarizado con la clínica en la República Dominicana que trató a Ortiz, en general, planteó que “las personas que acuden a un centro de traumatismos que ven un gran volumen de lesiones por arma de fuego son las que tienen mejores resultados”.