Las fortunas dejadas de cobrar por peloteros dominicanos en opciones

La de Eloy Jiménez es la segunda mayor, solo superada por Carlos "Tsunami" Martínez

Eloy Jiménez apenas disputó 33 partidos con los Orioles y se fue de 95-22, con un cuadrangular. (AP)

Cuando desde Baltimore se anunció el sábado que el club renunciaba a ejercer la opción de 2025 que contenía el contrato de Eloy Jiménez el jardinero no solo vio esfumársele de las manos los US$17,5 millones que devengaría el próximo curso. 

La decisión también anuló la opción de 2026, por lo que el de Villa Francisca “perdió” US$32 millones y llega a la agencia libre, a los 28 años y con un antecedente de visitas al médico que obliga a resetear.

Se trata de la segunda mayor cantidad que un pelotero quisqueyano deja de ganarse ya antes contemplado, solo superado por los US$34,5 millones a los que no pudo acceder Carlos “Tsunami” Martínez en su pacto con los Cardenales, que cubrió el tramo 2012-2021.  

Esto no incluye los US$36 millones que dejó de percibir Robinson Canó por las dos suspensiones por dopaje, en 2018 y 2021.

Con la misma velocidad que desde Maryland se anunciaba la renuncia al acuerdo con Jiménez desde Atlanta se filtraba que los Bravos ejercían la opción de Marcell Ozuna para 2025, que le pagará US$16 millones, cuatro menos que lo devengado en 2024 cuando despachó 39 cuadrangulares y remolcó 104 vueltas. 

Se trata de la cara y la cruz de esos incentivos que club y jugador pactan en acuerdos tan grandes como para asegurarles la vida económica al atleta, pero que se convierten en estímulos para que durante la vida del pacto haya ingrediente adicional para un buen desempeño. Quien más fuerza tenga en la negociación imponen las condiciones.

Hanley Ramírez vio escapársele US$22 millones en 2018 cuando los Medias Rojas lo dejaron libre, en mayo, ante la probabilidad de completar las 497 apariciones que activaban esa cláusula para la siguiente campaña.

La salud, el factor

En la primavera de 2019, Jiménez se convirtió en el primer dominicano que lograba una extensión contractual antes de jugar un partido oficial de las Grandes Ligas.

Entonces, los Medias Blancas le aseguraron US$43 millones para comprarle los seis años de control salarial y otros US$35 MM potenciales, con US$3 MM como buyout (un pago en caso de no ejercerse una de las opciones).

El negocio arrancó bien; Jiménez debutó con 31 cuadrangulares, 79 vueltas remolcadas con un OPS de .828 en 122 partidos y fue cuarto en el premio al Novato del Año de la Liga Americana. Pero fueron los máximos, la salud nunca le permitió acercarse a esos números. Desde entonces solo estuvo disponible para jugar en 412 de los 708 encuentros que transcurrieron. Es el 58% de la acción o igual que ausentarse 296 partidos.

Jiménez fue enviado ocho veces a la lista de lesionados más otras ocho “día a día”. Se lastimó el tobillo, pierna, pie y codo derecho, el cuello, el torso izquierdo, la pierna izquierda, con el mayor golpe en el pectoral.

A su favor cuenta que por cada 162 partidos que jugó lo hizo con una impresionante línea ofensiva de .269/.318/.462 con un OPS de .780, 29 cuadrangulares y 90 vueltas producidas.

Dentro de esa pesadilla de temporada que tuvo White Sox en 2024 con 121 derrotas se decidió el 30 de julio transferirlo a los Orioles. Allí las cosas no mejoraron en los 33 encuentros que disputó y el 24 de septiembre fue bajado a la Triple A, en plena lucha por asegurar un boleto a los playoffs.

Cuando se aplica el recorte del Covid-19, Spotrac deja en US$38 millones lo devengado en la vida del acuerdo (más US$3,5 MM del buyout). FanGraphs define la devolución por rendimiento en US$33,8 millones, es decir, que la operación cerró en un rojo de casi dos dígitos para los clubes envueltos.

Licenciado en Comunicación Social, egresado de la Universidad Dominicana O&M. Ejerce como periodista especializado en deportes desde el 2001. Es subeditor de Deportes de Diario Libre.