Juan Soto vuelve a tener al mundo del béisbol expectante sobre su futuro, ahora en la Serie Mundial
Soto y Aaron Judge se han convertido en el combo favorito del mánager Aaron Boone
La primera vez desde el Juego de Estrellas en julio 2022, cuando Soto fue rodeado por los reporteros en el Center Field Plaza y cuestionado sobre su decisión de rechazar la oferta de 15 años y 440 millones de dólares de los Nacionales de Washington —el acuerdo más largo en la historia. Poco tiempo después, el pelotero de 23 años ganó el Derby de Jonrones.
“Fue una locura”, recordó Soto en la previa de la Serie Mundial.
Ahora está de vuelta vistiendo el gris de los Yankees de Nueva York en un escenario más importante, la Serie Mundial. Y el revuelo de ese contrato persisten antes del primer duelo el viernes —cuando cumpla 26 años.
“Denle todo el dinero que puedan”, dijo su compañero Clarke Schmidt. “Creo que el dinero habla, entonces lo que necesita. Creo que necesitas que suceda”.
Soto fue enviado a San Diego dos semanas después del Juego de Estrellas y en diciembre pasado terminó en Nueva York. Ahora, antes de la primera Serie Mundial entre los Yankees y Dodgers desde 1981 le preguntaron sobre la agencia libre y la posible oferta de 600 millones.
Como lo hizo hace 27 meses, Soto evitó responder directamente y refirió esa conversación a su agente Scott Boras.
“Scott ha estado haciendo un gran trabajo”, aseguró. “Ha sido objeto de todos los disparos y todo. Yo me enfoco en jugar en este momento”.
Soto y Aaron Judge se han convertido en el combo favorito del mánager Aaron Boone. Fueron el segundo y tercer bateador en el orden en 153 encuentros, un récord de franquicia y que superó los 145 de Joe Dugan y Babe Ruth en 1923, según Elias Sports Bureau.
Ese equipo de los Yankees ganó la primera Serie Mundial del equipo. Soto y Judge van por la 28ma.
“Creo que le encanta estar aquí y ser parte de este equipo y saber lo que está en juego y lo que podría llegar a hacer", dijo Boone antes de que inicie la serie.
Tras llegar a los entrenamientos de primavera con una camiseta con la leyenda “Un Juan Soto de Generación”, el pelotero bateó un promedio de .288, con 41 cuadrangulares, 109 remolcadas y 129 boletos. En nueve juegos de postemporada tiene un promedio de .333, con tres jonrones, ocho empujadas y siete bases por bola.
Soto le dio crédito a sus compañeros que le dieron la bienvenida en un ambiente establecido para desarrollarse.
“Realmente me hacen las cosas fáciles”, indicó. “Es por esto que me siento realmente cómodo en donde me encuentro y me siento muy feliz en este momento”.
Boras le está vendiendo Soto a los clubes como “El Superávit Más Grande en la Historia de la Agencia Libre”.
Cuando Soto ayudó a Washington a ganar us primer título en el 2019 se unió a Mickey Mantle como el único jugador con siete empujadas en una Serie Mundial con 21 años o menos.
Con los Yankees, Soto conectó el cuadrangular de la ventaja en el primer juego de la Serie de Campeonato de la Americana ante Cleveland y el jonrón de tres carreras de desempate en la décima entrada para ganar la serie en el juego 5 ante los Guardianes el fin de semana pasado
Soto se convirtió en favorito de la afición del Bronx desde el primer día y los llamados Bleacher Creatures comenzaron a darle serenata, además de ser acogido por la comunidad dominicana de Nueva York.
“Me siento agradecido con ellos y realmente feliz que me han apoyado todo el año”, dijo Soto.
Escogiendo muy bien sus palabras, no quiso decir si sentirse satisfecho es más importante que lo que podría ganar como agente libre.
“Definitivamente cada jugador quiere ser feliz en donde se encuentra", comentó. “Al final del día, ganes o pierdas, vas a ser feliz”.
Putin avisa a Occidente de la escalada "mundial" de la guerra en Ucrania
RD y Haití reanudan el diálogo para fortalecer relaciones bilaterales
República Dominicana ha exportado 55,000 libras de larimar en lo que va del 2024
La JCE no convocará elecciones extraordinarias en La Vega
Profesor acusado de abuso sexual contra estudiante de 13 años se presenta ante la fiscalía de San Pedro de Macorís