Domínguez y Puasón se distancian en el desarrollo

Antes de la lesión, El Marciano impresionó al máximo nivel

Jasson Domínguez estaría de vuelta con el equipo grande en el verano de 2024. (AP)

En 10 días y ocho partidos que pasó por las Grandes Ligas este mes antes de conocerse que tiene desgarre en el codo derecho y requerirá cirugía que lo sacaría entre seis y ocho meses, Jasson Domínguez dejó señales de por qué fue bautizado de adolescente como El Marciano. Pegó cuatro jonrones y en 31 turnos cerró con un OPS de .980 y en Nueva York ya lo ven como el jardinero central del presente y futuro.

Domínguez, que en febrero cumplirá 21 años, comparte con Robert Puasón el trono como los prospectos que han recibido los bonos más altos entre los dominicanos para saltar al profesionalismo. 

A primeras horas del dos de julio de 2019, los Yanquis endosaron un cheque de US$5.1 millones para firmar a Domínguez, un diamante con poder bruto a ambas manos, piernas veloces y gran habilidad defensiva. 

Ese día los Atléticos autorizaron un bono por monto idéntico por Puasón, un torpedero tan sobrado de herramientas que dos años antes una sospecha de acuerdo prematuro había desatado un terremoto de suspensiones en los Bravos de Atlanta.

Esos desembolsos bajaron del primer lugar lo girado a Nomar Mazara (US$5 MM) por los Rangers en 2011.

Mientras Domínguez, que desde antes de debutar figuraba entre los 100 principales prospectos de ligas menores, solo necesitó 295 partidos de ligas menores para ser llamado al primer equipo el desarrollo de Puasón va a un ritmo mucho más lento.

Domínguez y el lanzador Eury Pérez son los únicos jugadores de ese último “Julio 2” que han llegado a las Grandes Ligas, una promoción que tuvo que demorar hasta 2021 su debut profesional a causa de la suspensión de la temporada de 2020 por la pandemia.

Sin posición

“Puasón está equipado de una manera que hace que sea fácil soñar con él. Es un atleta versátil con un cuerpo proyectable y ha demostrado una habilidad especial para batear la pelota desde ambos lados del plato. Sus palancas largas y su estructura proyectable sugieren que también hay más potencia en camino”, decía un scouting report de Baseball America en el verano de 2019.

El nacido en Guaymate, La Romana, cumplió 21 años ayer lunes y esta semana concluirá su tercera campaña en las fincas. Arrancó el en liga de novatos (rookie) donde mostró signos de mejoría (.307/.362/.339 en 17 partidos), lo que le valió la promoción a Clase A en Stockton Ports, en la Liga de California. Pero allí sus números se hundieron con una línea ofensiva de .142/.217/.176 producto de 25 imparables en 176 turnos, tres dobles y un jonrón en 51 choques.

En Oakland prueban variantes; este año jugó mayormente como jardinero izquierdo, pero también lo hizo en el central y el derecho, en la segunda base, el campo corto y como bateador designado.

Pero personas cercanas al jugador que hablaron con DL difieren por la forma en cómo lo han llevado y cuestionan el sistema de desarrollo de liga menor de los Atléticos, que MLB Pipeline lo coloca en el puesto 26 entre las 30 organizaciones y llegó a ser 28 en 2021. 

La primera gran diferencia llegó con ponerlo a batear mayormente a la derecha, cuando antes de firmar el fuerte del jugador era a la zurda. Al jugador de 6’3 pies también le ha costado ganar masa muscular.

Tan alto era su valor cuando tenía 14 años que los Bravos habrían ofrecido un acuerdo de palabras que superaba los US$6 millones, un rumor que cuando llegó a oídos del comisionado Rob Manfred decidió emprender acciones ejemplares y vetó al equipo de firmar al jugador.

En 2021, Raymond Abreu, entonces gerente general de los Toros y quien lo firmara para Oakland, lo eligió como la primera selección del equipo que fue la  sexta en sentido general en el sorteo de la Lidom. 

Licenciado en Comunicación Social, egresado de la Universidad Dominicana O&M. Ejerce como periodista especializado en deportes desde el 2001. Es subeditor de Deportes de Diario Libre.