A mayor bono más alta es la probabilidad de llegar a las Grandes Ligas

Las firmas de siete dígitos llegan 12 veces más que las de 10 mil

Rafael Devers (11) y Vladimir Guerrero Jr., dos de las figuras de élite de la clase evaluada. (Fuente externa)

Los clubes de Grandes Ligas no cierran el grifo del dinero para el fichaje del talento dominicano y tienen los números que justifican esas apuestas. 

Si bien el 45.5% de los bonos millonarios otorgados entre 2010 y 2017 ya están fuera del sistema (sin acercarse al objetivo) la data fría que maneja la liga dice que a mayor alto es el bono más elevadas son las probabilidades de cosechar.

Entre los años fiscales 2012-13 y 2017-18 fueron reclutados 2,814 jóvenes quisqueyanos, de acuerdo a datos suministrados por la MLB a DL.

 Con al menos un lustro en el sistema (el tiempo  para colocarlo en roster de 40 y evitar perderlo en el draft de Regla 5) los que ingresaron último del grupo y una década los primeros solo 118 llegaron a la Gran Carpa hasta 2022, un 4.1%.

Sin embargo, el tamaño  del bono no solo puede resolverle la vida al joven y a su entorno al momento de rubricarlo, también marca mucho su destino, como si se tratara de una universidad de prestigio.

Del grupo hubo 63 adolescentes que consiguieron fichajes de al menos un millón. Ese grupo ya graduó a 14 jugadores como ligamayoristas, un porcentaje de un 22.2%. 

Pero el umbral más bajo, los que firmaron por US$10 mil o menos, totalizaron 856 reclutamientos y de ellos se han uniformado con el equipo grande 16, que representan solo el 1.8%.

Es decir, los que firmaron por bonos de siete dígitos alcanzaron el objetivo original de toda firma 12 veces más que aquellos del segmento menos lucrativos. De ahí que los top prospects se llevaron el 33% del dinero contra el 2% de los más “humildes”.

La tendencia se mantiene. Del segmento que recibió entre US$500 mil y US$950 mil llegó un 12.1%; el rango de US$300 mil a US$495 mil el 6.8%; de US$100 mil a US$296 mil el 5.7%; de US$50 mil a US$98 mil el 4.2% y de US$11 mil a US$49 mil el 2.8%.

Números que certifican la efectividad de los reclutadores a la hora de recomendar el volumen del dinero para cada jugador.

La inversión

Identificar talento cuesta mucho y hay un alto porcentaje del dinero que se “pierde”. Es como el pescador que lanza toneladas de carnadas a la mar detrás de capturar atún rojo, pez globo o caviar. Unos pocos compensan la inversión.

Los clubes destinaron US$354,142,295 en esos seiso años (2012-2018), pero de ese dinero solo ha llegado los que recibieron US$43,575,000, un 12.2%. La mayor parte se quedó en apuestas fallidas o sirvió de sparring en el proceso de desarrollo de la minoría que llegó.

No obstante, de acuerdo a FanGraphs esos 118 que han logrado el objetivo acumularon 167.6 victorias sobre jugador reemplazo WAR hasta 2022. 

Medido por el valor que Baseball Info Solutions le otorga a cada WAR esa producción tuvo un valor de US$1,401,220,000, cuatro veces más que lo invertido en sus fichajes.

La élite

Juan Soto firmó es la inversión más fructífera de esa clase. Firmó en 2015 por US$1.5 millones con los Nacionales con 16 años, debutó en 2018 en la MLB y hasta 2022 cobró US$26,804,031 en salarios.

Pero Soto acumuló hasta 2022 unas 22.8 WAR que tuvieron un valor de US$182 millones, el dinero que Nacionales y Padres hubiesen tenido que pagar  en el mercado para compensar su aporte.

Otras gangas de esas promociones fueron Rafael Devers (US$145 MM), Willy Adames (US$109,6 MM), Fernando Tatis Jr., (US$108,9 MM), Sandy Alcántara (US$105,7 MM), Vladimir Guerrero Jr., (US$72,2 MM), Freddy Peralta (US$71,1 MM) y Framber Valdez (US$67,9 MM).

Licenciado en Comunicación Social, egresado de la Universidad Dominicana O&M. Ejerce como periodista especializado en deportes desde el 2001. Es subeditor de Deportes de Diario Libre.